David Wilson es un cuidador de personas, principalmente, diagnosticadas con enfermedades crónico-degenerativas. Él perdió a uno de sus hijos tras un largo padecimiento terminal y ahora ve reflejado en cada paciente ese mismo sufrimiento, por ello suele rebasar los límites de cualquier profesional de la salud. Este es el principio de Chronic: el último paciente, película proyectada en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” como parte de la segunda sesión del Cine foro del Programa Institucional “Ética y Bioética FACMED”.

El desarrollo de vínculos emocionales entre pacientes y cuidadores es mostrado por el director Michel Franco, a través de tomas fijas y encuadres centrados, donde se puede explorar el contexto de cada paciente, su degeneración, a la familia aislada y negándose a la responsabilidad, la demacración en sus facciones, los estragos de la enfermedad y al cuidador Wilson, empatizando con ellos y rebasando los términos éticos-afectivos.

“Fue importante que lo vieran los médicos y el personal en formación, para poder entender la postura de los pacientes y lo difícil que es enfrentarse a una enfermedad crónica-degenerativa, pasar por el dolor, el sufrimiento, la dependencia de los demás, el no poderse valerse por sí mismo”, explicó la doctora Jennifer Hincapie Sanchez, coordinadora de dicho Programa.

En todo momento, Chronic pone a prueba a los profesionales de la salud, pues muestra casos crudos de personas que han perdido la voluntad de vivir al no poderlo hacer dignamente, y pone en predicamento el tema de la muerte asistida. A esto, hay que sumarle la construcción del personaje principal, David Wilson, quien se adaptaba a las necesidades de sus enfermos.

“Es sumamente común que las familias abandonen a su enfermo, porque es muy complicado asumir la responsabilidad de dedicar tú vida por completo al cuidado de un paciente que está en cuidados paliativos al término de su vida. Eso implica demasiado esfuerzo, empeño, tiempo y quizá abandonarse como personas ellos mismos”, mencionó la doctora Hincapie Sanchez.

Al término de la proyección, los alumnos y personal presente realizaron un debate en torno al filme, enfatizando cómo resolverían esa situación, y aunque la mayoría estuvo de acuerdo con la eutanasia, casi nadie aprobaba la forma en que David Wilson se comportaba con sus enfermos.

“Fue importante crear un debate sobre cuáles son los límites de los cuidadores y pacientes en situaciones crónico-degenerativas. También, sobre hasta qué punto los profesionales de la salud pueden sensibilizarse con la situación de sus  pacientes, y que tengan una visión ética después de la película”, concluyó la coordinadora del Programa.

Eric Ramírez