La fragilidad es un síndrome clínico-biológico asociado al envejecimiento que se caracteriza por la disminución de la resistencia fisiológica del adulto mayor ante los cambios en su medio ambiente, lo cual conlleva a la dificultad inherente de realizar las actividades de la vida diaria y depender por completo de alguien más, además de presentar un patrón de multimorbilidad muy difícil de tratar clínicamente.

Este síndrome se presenta como un nuevo desafío en Salud Pública ante sociedades modernas, pues se calcula que para el 2050 alrededor del 22 por ciento de la población total del planeta será mayor de 60 años, advirtió el doctor Juan Carlos Gómez Verjan, investigador de la División de Ciencias Básicas del Instituto Nacional de Geriatría.

Durante el Seminario de Investigación del Departamento de Farmacología, el especialista señaló que el máximo estimado en la vida de los humanos son 121 años en promedio y que la Gerociencia no busca alargar la vida, sino entender cuáles son las posibles alternativas para llegar a tener un envejecimiento saludable y exitoso con todo lo que esto conlleva.

El especialista se refirió a la Farmacología de sistemas o de redes, desde la cual, a partir del conocimiento de los receptores o de las moléculas perse, se pretende encontrar nuevas enfermedades y ubicar otros compuestos o receptores relacionados, a fin de contar con nuevas alternativas o reposicionar medicamentos que antes no se consideraban para dichas patologías.

Al advertir que la población mexicana está envejeciendo, abundó que hay diversos tipos de cáncer ligados a la vejez, también están las enfermedades neurodegenerativas, el daño renal, las cataratas, así como diversos problemas metabólicos y circulatorios, pues conforme avanza la vida se va perdiendo la adecuada regulación de diversos procesos moleculares normales.

Eledy López y Lili Wences