Surge tanto de aspectos biológicos y evolutivos como sociales.
Las emociones en el ser humano
Si alguna vez has estado ante una situación imprevista o desconocida quizá hayas sentido que tu piel comienza a erizarse y que el corazón te late de una manera más acelerada, lo que puede traducirse en temor. El miedo es una de las tantas emociones del ser humano que constituye una respuesta, involucrando lo psíquico y lo físico, ante estímulos del medio ambiente, explicó la doctora en Filosofía de las Ciencias Cognitivas Melina Castélum Vargas.
“Cuando experimentamos algún sentimiento, éste se genera de una emoción que se interpreta y depende, en gran medida, de los aspectos sociales y culturales. No todos tendremos las mismas sensaciones ante una determinada situación, como al ver una película de terror”, señaló el doctor Joaquín Ricardo Gutiérrez Soriano, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina.
Por su parte, el doctor Carlos Viesca Treviño, académico del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Facultad, indicó que todas estas emociones provienen de la amígdala, una estructura en el sistema nervioso central, que compartimos evolutivamente con muchos animales, y que en el ser humano es la que procura la supervivencia y, por tanto, permite la ejecución de acciones inmediatas que llamamos instintivas o automáticas.
Algunas de estas actividades se han preservado y otras se han ido perdiendo. “Ya no estamos tan capacitados para sobrevivir como algunos de nuestros antepasados, sin embargo, tampoco sería fácil para ellos subsistir en una actualidad y realidad que se torna amenazante”, señaló la maestra Yael Weiss, coordinadora de medios digitales en la Revista de la Universidad de México.
Esta última instancia, en colaboración con el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, y la Coordinación de Comunicación Social de la Facultad de Medicina, fueron los organizadores del evento, en el que también se habló sobre las consecuencias de presentar miedo de manera constante, propiciando alteraciones en la salud como puede ser la depresión. Por consiguiente, deben generarse estrategias para su regulación y en caso de no lograrlo buscar ayuda profesional.
Separarse del miedo es imposible, es parte natural de la vida y, por tanto, no debería catalogarse como algo patológico, ya que ante determinados casos llega a ser funcional. “El temor nos ha hecho progresar; continuamente es el motor de la civilización; y es precisamente el miedo a morir el que ha impulsado los avances en la Medicina”, reflexionó la doctora Castélum Vargas.
Mariluz Morales