Conferencia de la doctora Medina-Mora
Actualmente los trastornos mentales afectan al 30 por ciento de la población en México, pero sólo una de cada cinco personas enfermas recibe tratamiento y se considera que una de las principales causas es que no hay conciencia de que estas alteraciones pueden ser tratadas desde sus etapas tempranas, pues quienes reciben atención tardan de siete a 30 años en llegar a ella.
Asimismo, existen factores de riesgo para desarrollar adicciones y alteraciones de la salud mental, el más importante para ambos es la violencia, por lo que la situación actual es una limitante importante para obtener los resultados deseados en las intervenciones, además de la segregación de la atención, ya que en los hospitales generales y el primer nivel de atención aún no se cuenta con las herramientas suficientes para atender estas necesidades de salud.
“Se han hecho estudios para conocer la relación entre abuso de sustancias y trastorno de ansiedad, los resultados han arrojado que es más frecuente primero tener esta enfermedad y posteriormente adquirir la adicción, tanto en hombres como en mujeres”, indicó la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, durante su conferencia magistral “Adicciones y salud mental” como parte del Ciclo de Conferencias Los Honoris Causa.
Al mencionar que la media de aparición de los trastornos de ansiedad es a los siete años, advirtió que por lo general no se aplican estrategias de intervención en esta etapa y cuando existe esta alteración es tres veces más alta la probabilidad de desarrollar el abuso de sustancias.
Sin embargo, éste no es el único riesgo, pues se ha visto que el uso de mariguana precede, en algunos casos al suicidio, tanto en hombres como en mujeres; además, aumenta la probabilidad de brotes de depresión. Hay siempre una conjugación de factores que se heredan, de aquellos que ocurren durante el desarrollo y del contexto en que nace y crece la persona, que se constituyen en factores de riesgo para éste y otros desenlaces, en muchos casos prevenibles.
“En México el suicidio está entre las tasas más bajas del mundo, pero también tiene un crecimiento dinámico y el intento de suicidio ha ido aumentando; está relacionado con vicisitudes en la infancia, con el consumo de drogas y una edad de inicio temprana, y con la violencia como factores de riesgo, así como con la depresión y otros trastornos mentales como antecedentes. Es en la adolescencia cuando hay más probabilidad de generar dependencia, debido a que es el momento de mayor vulnerabilidad y, por tanto, existe una mayor asociación suicida y de intentos; esta característica se puede observar desde los 13 años”, aseguró la Doctora Honoris Causa por la UNAM en la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia.
“La mejor intervención que podemos dar es de prevención desde la infancia, ya que es la etapa donde se pueden obtener más y mejores logros ante una buena estimulación del desarrollo”.
Diana Karen Puebla