La violencia de género es cualquier conducta ejercida contra una persona en función de su identidad o condición de género, tanto en el ámbito público como en el privado, que tiene como objetivo causar daño. Es un fenómeno socialmente normalizado, por lo que muchas veces suele ser difícil de identificar.

            Para hacer conciencia en el tema y con motivo de “#UnDíaSinMujeres”, la Facultad de Medicina de la UNAM convocó a los hombres a reunirse en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas”, para ver y reflexionar sobre la película Te doy mis ojos, en el Cine Debate.

            Esta cinta española habla sobre Pilar, una mujer de Toledo que intenta escapar de la violencia doméstica que sufre por parte de Antonio, su marido. Ella, junto con su hijo, se va a vivir a casa de su hermana, Ana, quien tiene una realidad completamente diferente, representando un contraste de lo que debería ser el amor “ideal”.

            En el transcurso de la proyección, se observa cómo Antonio quiere cambiar sus actitudes machistas e intenta ir a un grupo de ayuda. Todo con tal de recuperar a su esposa. Y aquí viene el primer cuestionamiento de la película, y del público, al considerar que la redención, no exitosa, del protagonista, no era por las razones adecuadas.

            El público presente, moderado por el doctor Jesús Reza Casahonda, académico del Departamento de Salud Pública, reflexionó cómo el machismo lo llevó a buscar ayuda para “no perder” a su amada, en vez de hacerlo por convicción propia. Asimismo, la idea reiterada de posesión, es otra forma de machismo, en lo que coincidió la mayoría de los asistentes.

            Pilar vuelve a casa y cambia de trabajo. Ahora, describe cuadros durante visitas guiadas en un museo, analizando los colores, las formas, los códigos. Con esta actividad le da sentido a su vida, porque esos cuadros valorizan a la mujer, a ella, y es cuando comienza a tenerse mayor confianza; sin embargo, Antonio se enoja y vuelve de nuevo a su carácter violento.

            Los asistentes a la función concordaron que la reacción del protagonista se debió a que sintió “amenazado” su rol de hombre como proveedor, en consecuencia, regresó a sus actitudes violentas. Además, sus inseguridades lo hacían creer que ella lo engañaba, o lo haría en cualquier momento. Al final, Pilar decide dejarlo al no seguir soportando la humillación y el maltrato.

          Los participantes en el Cine Debate no dudaron en dar su punto de vista, coincidiendo en que no es el único tipo de violencia, y reconocieron que todos han cometido, pensado o expresado alguna forma, ya que es tan estructural que no se puede ver a simple vista, tales como: comentarios sexistas, insistir ante un rechazo, sexualizar a las mujeres, compartir fotos sin el consentimiento o minimizar los aportes hechos por compañeras.

Eric Ramírez