El 25 de noviembre de 2019 fue publicado en la Gaceta Oficial un decreto en donde se emitió la declaratoria de alerta de género en la Ciudad de México como parte de una serie de acciones para combatir la violencia contra las mujeres, que incluyó la creación de un banco de ADN para uso forense.

“Sin duda esta ley es novedosa y está en una etapa de preparación para que entre en vigor; por ello, resulta importante que hagamos una crítica constructiva desde la academia. Cuando se habla de bancos de ADN de uso forense, todos estamos de acuerdo en su utilidad”, indicó la doctora Zoraida García Castillo, coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina de la UNAM, durante su participación en el “Conversatorio sobre la ley por la que se crea el Banco de ADN para uso forense de la Ciudad de México”.

El evento fue realizado a través de Facebook Live y moderado por la doctora Lucía Núñez Rebolledo, académica en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, quien señaló que esa nueva ley fue gestionada y aprobada con una retórica que puso énfasis en los discursos de protección y derechos humanos de las mujeres. “Si bien la violencia contra ellas es un fenómeno que debe atenderse de manera inmediata, las propuestas deben ser serias y mostrar potencial para alcanzar resultados contundentes”, consideró.

La doctora María de Jesús Medina Arellano, académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, advirtió la importancia de la seguridad para resguardar la información, alertando del peligro de hackers y de empresas privadas. Recordó un caso de Islandia, en donde el gobierno realizó un procedimiento similar y tiempo después una compañía biomédica poseía toda la base de datos.

Por su parte, la maestra Garbiñe Saruwatari Zavala, investigadora del Instituto Nacional de Medicina Genómica, reflexionó que, aunque la ley dice que se retirarán los datos cuando la persona tenga una absolución, qué pasará cuando sea una resolución condenatoria o la persona sea reincidente. “¿Vale la pena destruir esta información? Al final muchos dirían que se guarde, pero dónde dejamos la parte de derechos humanos. Es un tema muy discutido a nivel internacional”, apuntó.

La doctora Vivette García Deister, académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM, advirtió la posibilidad del parecido entre perfiles genéticos de distintas personas. Por ello, recomendó la revisión en la estructura del tamaño de la base de datos, así como las metodologías a utilizar y la calidad de las muestras.

“Hay individuos que comparten la misma información genética, como los gemelos idénticos. También puede haber dos hermanos normales que comparten el 50 por ciento de los genes, o situaciones donde una persona tenga un parecido genético con un delincuente; entonces será llamada a testificar por su parecido. Todos estos problemas se deben tener en cuenta”, advirtió la doctora Patricia Grether González, integrante del Colegio de Bioética.

Eric Ramírez