“En la época actual donde ha habido un contacto cercano con la muerte y los duelos, las situaciones a las que se han enfrentado las familias asociadas a este evento de pandemia, los mismos médicos y el personal de salud que se ha entregado y que ha estado viviendo todas estas situaciones, se hace patente la necesidad de que los cuidados paliativos tengan un mejor lugar; por ello, es muy oportuno aprovechar estas conferencias para dar a conocer diferentes perspectivas, cómo ha funcionado y cómo puede funcionar, y de eso se tratan estos seminarios que hoy iniciamos”, expresó la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, coordinadora del Seminario de Estudios sobre la Globalidad (SEG) de la Facultad de Medicina, al inaugurar la primera sesión del Seminario Permanente de Cuidados Paliativos y Humanidades Médicas 2020-2021.

En ese sentido, la doctora Olga Soto Peña, autora del libro Cuidar la vida, velar la muerte: diario de una antropóloga en una Unidad de Cuidados Paliativos, indicó que los cuidados paliativos significan dignificar la vida hasta el final, “no hablo de muerte digna, hablo de dignificar la vida hasta el último día”.

Indicó que la humanización de la asistencia sanitaria y los cuidados paliativos empieza por poner rostro a los pacientes, que es algo que se ha olvidado, ya que se trata de un encuentro personal. También advirtió que son importantes las habilidades que se poseen para afrontar los encuentros con la otra persona y que es importante buscar una metodología que sea más próxima a los pacientes.

“Conseguir algo tan difícil, tan complejo, como es aliviar el sufrimiento en los últimos días y llevarlo hacia ese final, sólo se puede hacer con una buena conjunción de saberes, de humanidad, de buenos servicios y recursos, pero también de intuición, compasión y esperanza”, concluyó la doctora Soto Peña.

Por su parte, el doctor Ramón de Lille Fuentes, del Hospital General de Cuautla “Mauro Belaunzarán Tapia”, habló de la obstinación terapéutica que existe de los médicos y los familiares que buscan evitar el sufrimiento de sus familiares y para ello es necesario una comunicación asertiva entre los familiares, el paciente y el médico.

Señaló que existe muy poca formación en pregrado de las escuelas de medicina y enfermería acerca de los cuidados paliativos, por lo que es importante brindarla a los estudiantes. Además, mencionó que en la atención de estos pacientes debe existir una comunicación interdisciplinaria, donde todo el personal interactúe y se centre en el enfermo y los familiares.

La doctora Mónica Osio Saldaña, especialista en cuidados paliativos, indicó que el principal reto de éstos es cómo encajarlos en una agenda política y lograr un presupuesto. “Aunque en México se cuenta con una de las legislaciones más completas en cuidados paliativos, no se ha podido implementar”, advirtió.

Asimismo, habló de los beneficios de la atención paliativa domiciliaria, dentro de los que se encuentran ahorros para el sistema de salud, reducción de los ingresos hospitalarios y las complicaciones del paciente, disminución del uso de servicios de urgencia, mejor respuesta de la gente porque está más contenta de tener a su paciente en el domicilio y siente que la calidad de atención es mejor, y hay una mayor eficacia de estos programas a largo plazo.

El Seminario Permanente “Cuidados paliativos y Humanidades Médicas 2020 -2021” es coordinado por la doctora María Elena Medina-Mora, la doctora Nayely Vianey Salazar Trujillo, coordinadora del Grupo de trabajo “Calidad al final de la vida” del SEG, y el doctor David Fajardo Chica.

Esta actividad se plantea como un foro de diálogo entre paliativistas e investigadores del campo de las humanidades médicas (sociología, historia, filosofía, literatura, artes, derecho, antropología, etcétera) que tienen intereses en común; el paciente con necesidades paliativas, sus diversas formas de dolor y sufrimiento, la forma de ofrecer los cuidados paliativos y las políticas públicas que los enmarcan.

Janet Aguilar