Con el objetivo de resaltar la importancia de la acreditación y certificación en simulación clínica en la formación de los educadores en simulación y en el compromiso de las instituciones educativas para aumentar la calidad de los programas y acciones orientadas a mejorar la educación médica, la Facultad de Medicina de la UNAM realizó, del 17 al 20 de noviembre, el Cuarto Encuentro Internacional de Simulación Clínica, SIMex 2020, por primera vez en formato virtual.
En la inauguración, el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina, resaltó que “sin lugar a dudas, la educación basada en simulación es una de las estrategias indispensables para la formación de profesionales de la salud. Tanto en el pregrado como en el posgrado se emplean diferentes tipos de simulación, una de ellas es la realidad virtual, y a través de esta tecnología, por ejemplo, hemos podido dar continuidad a los programas académicos y dar seguimiento a la formación de nuestros estudiantes”.
Por su parte, la doctora Irene Durante Montiel, secretaria general de la Facultad de Medicina y presidenta del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM), resaltó la evolución de la simulación, que se encuentra en una etapa de certificación para quienes se dedican a la simulación, y de acreditación de los sitios donde se imparte la simulación. Asimismo, indicó que, si se trabaja en conjunto, el personal, la educación médica y los egresados van a mejorar considerablemente.
La doctora Laura Hernández Gutiérrez, jefa del Departamento de Integración de Ciencias Médicas (DICiM) de la Facultad, agradeció a todo el equipo organizador y enfatizó que todos los panelistas, a pesar de la pandemia, aceptaron participar en el evento de forma virtual.
“La simulación es todo un proceso y este proceso es lo que queremos que ustedes se lleven, así como la necesidad de certificarla y acreditarla. No por el hecho de tener simuladores y equipamiento significa que ya hacemos simulación, la simulación va más allá y eso es lo que tratamos de transmitir durante este Encuentro”, indicó la doctora Vianey Barona Núñez, coordinadora de Educación Continua del DICiM.
Por su parte, el doctor Edgar Herrera, presidente de la Sociedad Mexicana de Simulación en Ciencias de la Salud (SOMESICS), agradeció la invitación para contribuir en SIMex e invitó a la gente a que siga participando para realizar todos los procesos de acreditación y certificación “para seguir sumando a la simulación de México y que la conozcan en todo el mundo por tener una gran calidad”.
La doctora Christine Park, directora del Instituto de Simulación y Aprendizaje Integrativo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Illinois, destacó la forma de trabajo a pesar de la distancia. “La simulación se ha vuelto una extensión de la educación médica y creo que ahora tenemos la oportunidad de transformarnos”, aseguró.
Talleres Pre-Congreso
En “Tips para la certificación en educación basada en simulación”, los doctores Andrew Spain, director de Certificación en la Society for Simulation in Healthcare (SSH), y Edgar Herrera, presidente de la SOMESICS, destacaron que la certificación en simulación está diseñada para evaluar el conocimiento de las habilidades de instituciones y sus alumnos. “El proceso de certificación es importante porque demuestra si se cumplen los estándares de calidad, refuerza los conocimientos, apoya el desarrollo profesional y mejora la calidad de las actividades en simulación”, resaltaron.
En el taller “Realidad virtual en simulación”, los doctores Sergio Teodoro Vite y Ariana Cerón mostraron las herramientas en simulación con las que cuentan en sus centros de enseñanza e investigación, como el simulador de extracción in situ de tejido corneal y los programas realizados en el Centro de Simulación para la Excelencia Clínica y Quirúrgica del IMSS. El doctor Vite señaló que para el desarrollo y uso de modelos interactivos existen herramientas de fácil acceso como los buscadores y aplicaciones móviles, pero también se cuenta con equipo especializado en realidad virtual. Por su parte, la doctora Cerón indicó que se han creado diversos programas interactivos para distintas especialidades médicas que han permitido desarrollar habilidades clínicas, quirúrgicas, que además pueden ser evaluadas objetivamente, y con aportaciones en la investigación educativa.
Para asegurar que el aprendizaje de los estudiantes se esté logrando de acuerdo con los objetivos planteados en actividades de simulación, es importante realizar evaluaciones que valoren los conocimientos, habilidades y aptitudes adquiridas, pues la evaluación es el motor del aprendizaje y garantiza la seguridad del paciente, indicó la doctora Laura Hernández, jefa del DICiM de la Facultad de Medicina, durante el taller “Instrumentos para la evaluación de competencias basadas en simulación”. Para realizarla se utilizan instrumentos como las listas de cotejo, las escalas y las rúbricas, “estos deben definir lo que se quiere evaluar, tener un objetivo específico, ser medibles, alcanzables, realistas, con una técnica, tiempo y tipo determinado, y se debe tener contemplado el público al que va dirigido”, señaló la doctora Cassandra Durán, coordinadora de Enseñanza del DICiM.
A su vez, los doctores Gamaliel Velazco, académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM; Cristina Díaz, presidenta de la Fundación Talk; Esther León, coordinadora de Actividades de Simulación de Posgrado de Cuidados Críticos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, y la licenciada en enfermería Carla Prudencio, secretaria en la Sociedad Argentina de Simulación en Ciencias de la Salud y Seguridad del Paciente, impartieron el taller “Debriefing Clínico”, donde explicaron que éste es una conversación de una experiencia clínica real y tiene como fin analizar de forma conjunta lo que sucedió e identificar puntos de mejora y aprendizaje para mejorar la atención de los pacientes. Asimismo, el público participó en una actividad en donde analizó un caso de debriefing en una intervención a un paciente con un ataque de asma; la conclusión fue que la comunicación entre el personal de salud puede salvar vidas.
En el taller “Sesión de entrenamiento para programación de LLEAP”, el ingeniero Antonio Rivera señaló que el software de simulación LLEAP funciona con todos los simuladores de la marca Laerdal: “Esta plataforma permite a los simuladores de alta fidelidad desarrollar un caso clínico complejo y hacerlo de una forma muy similar a un algoritmo clínico”. Agregó que en la simulación se pueden tener muchos casos de una misma patología, pero se pueden enfocar en diferentes variables como identificación del problema, fisiología, comunicación del equipo de trabajo, semiología, entre otras. Otra de las ventajas del software es que genera un debriefing, donde se pueden identificar los puntos de oportunidad para mejorar o resolver dudas que se generaron en el procedimiento.
Para planear un centro de simulación se debe desarrollar un plan estratégico donde se especifique su proceso de elaboración. Está compuesto de tres pasos, el análisis, el cual debe tener una misión, visión y objetivos estratégicos; la planeación, y la implementación. Se debe considerar en la infraestructura el espacio con el que se dispone para implementar todas las áreas que debe llevar un centro. “Este diseño debe adaptarse de acuerdo con las necesidades de la institución o aquellas que puedan ir surgiendo”, explicó la maestra Vinisa Zamudio, jefa de sección académica de la USIP de la Facultad de Medicina de la UNAM, durante el taller “Cómo planear un centro de simulación”. También es importante considerar el financiamiento que se tiene disponible, el personal que se necesite capacitar, y los equipos que se requieran, para encontrar un punto de equilibrio y tener una sustentabilidad.
Otros talleres fueron “Pacientes estandarizados”; “Tele simulación”; “Gestión y planeación en Centros de Simulación”; “Estrategias para favorecer la reflexión: debriefing, feedback y coaching; Desarrollo de habilidades quirúrgicas a distancia, a propósito de COVID-19”; “Moulage: elemento para incrementar el realismo en simulación”; “Estrategia Pausa discusión en escenarios cortos de simulación” y “Buenas Prácticas en Simulación”.
Conferencias magistrales
Al hablar sobre la “Acreditación en educación médica”, la doctora Irene Durante Montiel, secretaria general de la Facultad de Medicina y presidenta del COMAEM, destacó que la simulación mejora el trabajo en equipo, perfecciona la coordinación entre profesionales de la salud y disminuye el error en las actividades clínicas cotidianas.
“La importancia de la acreditación en la simulación clínica radica en el crecimiento exponencial de las actividades educativas que implican el uso de simulación, por ello se vuelve imprescindible asegurar la calidad de este proceso con la finalidad de mejorar la capacidad y desempeño de los profesionales de la salud. Esto favorece la seguridad del paciente, de su familia y de la comunidad”, explicó la doctora Durante Montiel.
El doctor Edgar Herrera, presidente de la SOMESICS, indicó que un programa de certificación está diseñado para evaluar conocimientos, habilidades y destrezas requeridas y que “aprobarlo es una declaración de la competencia profesional de una persona”. Explicó que es importante certificarse como educador en simulación, ya que ofrece un reconocimiento al esfuerzo realizado, es una validación externa por parte de terceros y pares expertos en simulación, y muestra compromiso por la profesionalización de la simulación.
“En 2018, la SOMESICS desarrolló los estándares que utilizaría para aplicar una certificación en México, donde participaron expertos en la materia y se revisaron los estándares empleados a nivel mundial que podían ser aplicados en el país”, recordó el doctor Herrera.
“Con la certificación, mediante el análisis de práctica, reconocemos al individuo, validamos los conocimientos, las destrezas, las habilidades existentes y creamos un conjunto de estándares de calidad. A través de la certificación podemos realmente crear la profesión”, afirmó el doctor Andrew Spain, director de Certificación en la SSH, en su conferencia magistral “¿Por qué certificarse como educador en simulación?”.
Además, destacó que las ventajas individuales de estar certificado son la credencialización profesional, tener mayor visibilidad ante los empleadores, contar con una autoevaluación y contribuir al reconocimiento de los pares; mientras que a nivel comunitario demuestra que las personas cumplen con los estándares, refuerza la consistencia de los conocimientos, los procesos y los resultados, apoya el desarrollo profesional y mejora la calidad de las actividades de simulación.
La doctora Christine Park, expresidenta de la SSH, ofreció la conferencia magistral “Código de Ética para las buenas prácticas en simulación”. En ella, subrayó el compromiso de los simulacionistas en salud con los más altos estándares de integridad y con el apoyo a una cultura ética entre todas las personas y organizaciones involucradas con la simulación en salud.
El Código de Ética para los simulacionistas en salud comprende una serie de valores aspiracionales que son cruciales para la práctica de la simulación al más alto nivel: integridad, transparencia, respeto mutuo, profesionalismo, responsabilidad y orientación hacia los resultados. Dichos valores, aunados a los tres principios fundamentales (seguridad, defensa y liderazgo), buscan incentivar a los practicantes a participar en actividades que mejoren la calidad de la profesión y los sistemas de salud.
Por su parte, el doctor Robert McAulay, presidente de la Asociación de Educadores de Pacientes Estandarizados, presentó el tema “Pacientes estandarizados: De la formación a la certificación”, en donde explicó que los estándares de las mejores prácticas sirven para asegurar que tengamos un crecimiento en la integridad de la seguridad basada en educación por simulación.
Asimismo, aseguró que para tener una buena educación con pacientes estandarizados se necesita un ambiente de trabajo seguro, tanto para el paciente como para el alumno; el desarrollo de casos con verdaderos retos para los estudiantes; y la capacitación para resolver los mismos casos, lo cual implica tener una constante revisión y evaluación de los materiales de trabajo.
La conferencia magistral “La certificación en reanimación cardiopulmonar”, impartida por el doctor Fabián Gelpi, coordinador de RCP Básica en la Fundación Cardiológica Argentina, trató sobre la importancia ética, de seguridad y de responsabilidad que implica tener una buena capacitación y certificación en la reanimación cardiopulmonar.
“La certificación en RCP es un aspecto esencial para alcanzar la excelencia en la atención de emergencia, fortaleciendo el respeto ante los colegas y garantizando la seguridad del paciente. La excelencia en salud se le debe a la comunidad y, eventualmente, la certificación está al servicio de la misma comunidad”, aseguró el doctor Gelpi.
En la conferencia magistral “Innovación tecnológica en educación médica”, el doctor Brion Benninger, director ejecutivo del Medical Anatomy Center Western de la University of Health Sciences, apuntó que se busca la idea de la innovación y la evolución de la educación médica modificando la infraestructura conceptual del aprendizaje didáctico hacia uno basado en simulaciones clínicas, con el uso de tecnologías aplicadas como SECTRA/ToLTech.
Al señalar que la interacción humana sigue siendo la herramienta de enseñanza y aprendizaje más profunda, el experto indicó que este dominio es importante en la retención a largo plazo del conocimiento y que facilita el desarrollo de la formación de la identidad profesional en el estudiante. “Existen simulaciones clínicas que permiten involucrar al estudiante en escenarios similares a la realidad, permitiendo la aplicación de elementos teóricos y el desarrollo de aptitudes técnicas, pero, sobre todo, de habilidades humanas”, destacó el doctor Benninger.
La educación en simulación debe estar acreditada para asegurar la calidad de sus actividades educativas, una de las instancias que la realiza es la Sociedad Europea para la Simulación (SESAM) que tiene múltiples instituciones ya certificadas a nivel mundial. Su acreditación se basa en garantizar la presencia de valores en la institución como la seguridad del paciente, de la práctica asistencial y psicológica, así como el profesionalismo para otorgar un aprendizaje de alta calidad.
“Hay dos tipos de acreditación, una provisional basada en una revisión documental, caduca a los dos años y se puede renovar hasta dos veces; la otra es la completa, basada en la revisión documental y una visita presencial, caduca a los cuatro años y se puede reaplicar las veces que se desee”, explicó la doctora Esther León Castelao, tesorera y miembro del Comité Ejecutivo de SESAM.
En la conferencia magistral “Importancia de los indicadores de calidad en el proceso de acreditación”, el doctor José María Quintillá Martínez, miembro de la Sociedad Española de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente, señaló la relevancia de conocer los conceptos criterio, indicador y estándar, para entender los modelos de evaluación de la calidad y, con ello, medir la calidad aplicada al contexto de simulación.
El reto es ver cómo encajan los modelos de evaluación existentes a las características específicas de los servicios de simulación, aplicando el modelo SERVQUAL de 10 dimensiones: elementos tangibles, fiabilidad, capacidad de respuesta, seguridad, profesionalidad, cortesía y trato, credibilidad, accesibilidad, comunicación, y comprensión del paciente.
También se presentaron los temas: “Cómo integrar la simulación al currículo”, “Las Instituciones de salud y la simulación clínica” y “La simulación para la certificación de especialidades médicas”.
Charlas con el experto
La doctora Carmen Gomar Sancho, coordinadora del Comité Científico de la Sociedad Española de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente, habló sobre los “Indicadores de calidad en la acreditación de programas de simulación, modelo de la SESSEP” a través de su experiencia en el programa de acreditación, creado para asegurar la calidad de la formación que se brinda y la eficiencia docente. “El objetivo de la SESSEP es acreditar actividades que utilicen metodologías de simulación, como metodología docente, cursos para instructores o formación en la seguridad del paciente”, explicó.
Los doctores Álvaro Clemente Vivancos, Katarzyna Studnicka y Amanda Wilford, miembros del grupo enfocado a la Enfermería perteneciente a la SESAM, intercambiaron sus experiencias en esa disciplina y la simulación a fin de promover la reflexión en torno a esta práctica con especial énfasis en los constantes retos que enfrenta y la necesidad porque esta comunidad se amplíe a través del trabajo en conjunto y colaboraciones estrechas.
En la charla “Simulación en la medicina táctica”, el doctor Daniel Tejeda de la Escuela Médico Naval, habló sobre el concepto de medicina táctica y la transformación de esta disciplina a lo largo de la historia de la humanidad; además, comentó que en la actualidad la enseñanza con simuladores tiene el objetivo de capacitar a cada tipo de profesional de apoyo médico táctico de emergencia para actuar en entornos de emergencia y riesgo, destacando la importancia de lograr en el estudiante las competencias específicas de su área, así como un adecuado control de las emociones y, con ello, realizar una toma de decisiones bien fundamentada.
También los expertos charlaron sobre “Profesionalizando al educador en simulación”, “Realidad virtual”, “Evaluación de competencias con simulación”, “Telesimulación”, “Tips para mejorar tu debriefing”, “Escape Room”, “Desarrollo de pensamiento crítico con simulación”, “Simulación in situ” y “¿Cómo poner en marcha un centro de certificación en RCP?”.
Conferencias
En la conferencia “La simulación en el proceso de certificación en ginecología y obstetricia”, el doctor Juan Luis García Benavides, miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, habló sobre las herramientas para la certificación del aprendizaje significativo, el instrumento de certificación de competencias en la ginecología y obstetricia, y los antecedentes de la simulación y su papel en la formación de médicos a través de la historia, resaltando puntos como los cambios que ha habido en la forma de aprender, la obtención de conocimiento y la evaluación de competencias a través de estas herramientas.
El especialista destacó que para asegurar que el reforzamiento con buen juicio ha logrado modificar un modelo mental basal o inicial en el estudiante durante el primer escenario de simulación, es imprescindible realizar una rúbrica de actuación por segunda intención, que muestra objetivamente la transformación del modelo mental básico en los escenarios subsecuentes, para evidenciar las mejoras en su proceso mental, obteniendo como resultado un aprendizaje significativo.
La doctora María Magdalena Ramírez González, pediatra intensivista en el Centro Médico Nacional “La Raza” del IMSS, explicó que la Medicina Clínica Pediátrica es un programa de posgrado, avalado por la Facultad de Medicina de la UNAM, cuyo plan de estudios está estructurado por la atención médica, la investigación y la educación, y en cada una de estas ramas se encuentra la simulación.
Asimismo, realizó un recorrido por su plan curricular, exámenes y tipos de pruebas para conseguir el título y la certificación que brindan. También, destacó el uso de cinco tipos de simuladores: los de uso específico y baja tecnología, pacientes simulados o estandarizados, simuladores virtuales en pantalla, simuladores de tareas complejas y simuladores paciente complejo.
El Consejo Mexicano de Ortopedia y Traumatología realiza un examen de certificación teórico-práctico en el que un consejo técnico evalúa los aspectos cognoscitivo, afectivo y psicomotriz, que acreditan la capacidad y la experiencia en la práctica de los procedimientos y técnicas de los ortopedistas, explicó la doctora Fryda Medina Rodríguez, directora general de la Unidad Médica de Alta Especialidad “Dr. Victorio de la Fuente Narváez” del IMSS.
“La simulación en la certificación de Ortopedia no pone en riesgo al paciente, ya que se realizan abordajes quirúrgicos ortopédicos y técnicas quirúrgicas en modelos inanimados, donde se revisan las técnicas de los residentes”, indicó la doctora Medina Rodríguez.
Premiación de carteles y clausura
Como parte del evento, también se premiaron los tres mejores trabajos de investigación de los 32 que se presentaron: Eduardo Mercado Cruz ganó el primer lugar con “Percepción de los docentes sobre prácticas clínicas virtuales con telesimulación”; Juan Salvador Pérez Lomelí, el segundo sitio, con “Desarrollo de un atlas de cabeza y cuello con maniquíes de órganos impresos en 3D y realidad mixta para la enseñanza de la neuroanatomía humana”, y Samuel Eloy Gutiérrez Barreto el tercero con “Evaluación del debriefing en la simulación a distancia como requisito en la acreditación”.
En la clausura, la doctora Irene Durante Montiel destacó el hecho de que se hablara de simulación, acreditación y certificación en el mismo evento. “Hoy terminamos este Cuarto Encuentro y quiero decir que nunca lo hemos hecho solos, contamos con expositores, escuelas y facultades, pero sobre todo con ustedes que tienen en la mente el superar todo para tener una mejor calidad de simulación clínica”, expresó.
La doctora Laura Hernández resaltó que participaron más de 370 personas provenientes de países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, España, Estados Unidos, Perú, Polonia, Reino Unido y, el anfitrión, México.
Por su parte, la doctora Vianey Barona Núñez, a nombre del comité organizador de SIMex y de la Facultad de Medicina, agradeció al personal de salud que se encuentra enfrentando a la pandemia.
Eric Ramírez, Victor Rubio, Janet Aguilar, Axel Torres y Guillermo Navarro