Con el objetivo de fundar un escenario colaborativo para compartir experiencias y conocimientos médico forenses entre colegas de Colombia y México, así como exponer experiencias en los servicios médicos y médico legales de ambos países en relación con la documentación de lesiones neurológicas de interés forense, la Licenciatura en Ciencia Forense (LCF) de la Facultad de Medicina de la UNAM y la Universidad Nacional de Colombia (UNC) realizaron, el 25 y 26 de noviembre, el “Primer encuentro virtual colombo mexicano de Neuropatología Forense”.

La doctora Zoraida García Castillo, coordinadora de la LCF, agradeció el esfuerzo y la iniciativa para lograr este evento. “Creo que ésta es una oportunidad para establecer relaciones que puedan ir sumando a más expertos y expertas, para ir formando líneas de investigación y mostrar los avances en el trabajo neuropatológico forense”, afirmó.

La mesa del primer día fue moderada por la doctora Martha Cecilia Tuñón Pitalua, catedrática en la Universidad de Cartagena, y la inauguró el doctor Nelson Téllez Rodríguez, profesor asociado en el Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la UNC, quien presentó el tema “Artificios en neuropatología forense: dificultades mayores para la interpretación de hallazgos”, donde habló de la metodología y las opciones de resolución ante problemas con la recolección, guardado y toma de muestras cuando se trabaja con el cerebro.

“Uno tiene que hacer el esfuerzo de trabajar con la evidencia a pesar del daño, del deterioro artificioso o real. En algunos casos se puede trabajar esa evidencia y mostrar su morfología para la documentación adecuada”, explicó el doctor Téllez Rodríguez.

Por otro lado, el doctor Mariano Guardado Estrada, académico de la LCF, expuso sobre el “Trastorno por estrés postraumático (TEPT), una patología neuroendocrina”, para explicar los daños en las estructuras anatómicas a causa de esta enfermedad, así como los modelos de experimentación y medicamentos.

Asimismo, presentó la investigación sobre TEPT que realizó en el Laboratorio de Genética de la LCF, donde encontró que uno de cada tres pacientes responde a las terapias convencionales, donde la terapia conductiva-conductual es la más exitosa, y se ha evaluado el uso de corticoesteroides como profilaxis y opción terapéutica.

El segundo día, en la mesa moderada por la doctora María Elena Bravo Gómez, jefa de la Unidad de Investigación de la LCF, la doctora Luz María Reyna Carrillo Fabela, médica forense y profesora del Instituto Nacional de Ciencias Penales, expuso sobre la “Mala práctica en Medicina Forense”, en donde dijo que la medicina legal o forense, es la medicina científica al servicio de la justicia y la ley, e interviene en todos los casos donde se requiera un peritaje médico para deslindar responsabilidades. Si se ejerce mal esta profesión, se pueden tener consecuencias administrativas y legales.

“Siempre nos tenemos que conducir bajo principios éticos, científicos y jurídicos; debemos cumplir con los
objetivos de la necropsia; describir adecuadamente las lesiones de forma escrita, fotográfica y esquemática; recabar evidencias y preservarlas de manera adecuada”
, concluyó la doctora Carrillo Fabela.

Eric Ramírez