El duelo es un proceso natural y dinámico, ocurre en diferentes momentos y evoluciona con el tiempo; a lo largo de nuestra vida enfrentamos pérdidas que se relacionan con duelos y procesos de adaptación vinculados a cambio de vivienda, de rutina, escuela o trabajo, rupturas amorosas o muerte de un ser querido, esta última es una de las más complicadas que pueden experimentarse y la más significativa ante la emergencia sanitaria por COVID-19.

“Actualmente hemos tenido que enfrentar el duelo de una forma muy diferente a la que estábamos acostumbrados, de manera aislada, sin despedirnos de nuestros seres queridos y sin realizar ciertos rituales que antes nos ayudaban a resolverlo, esto ha requerido un proceso de adaptación totalmente distinto”, apuntó la doctora Paulina Arenas Landgrave, Responsable del Centro Comunitario de Atención Psicológica “Los Volcanes” de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Asimismo, comentó que contrario a lo que se piensa, el duelo no es un proceso lineal y, a pesar de que existen manifestaciones comunes como la tristeza o el llanto, no hay respuestas específicas ante él, debido a que todas las personas reaccionan de manera diferente.

En el caso de los niños que experimentan la pérdida de algún familiar, hay que buscar la manera de ayudarlos a entender esta situación como parte del proceso natural de la vida y responder las preguntas que tengan de la forma más sincera y directa posible, ya que las mentiras pueden generar confusión, ansiedad y estrés. En los adolescentes es conveniente fomentar la comunicación constante para evitar conductas desadaptativas y acompañarlos afectivamente, pues su expresión emocional es más intensa, y en los adultos mayores es necesario tener en cuenta el desarrollo de la depresión y ansiedad inherentes a la desconexión social.

Por otra parte, subrayó que un duelo se vive más fácil cuando puede planificarse una despedida, hay madurez y flexibilidad ante la pérdida; se tienen en cuenta elementos como la espiritualidad, la expresión emocional o sentimental; y se procura el autocuidado a través del sueño, la alimentación sana, el ejercicio y la interacción con seres queridos, de lo contrario la experiencia vivida ante este proceso podría dificultarse.

En el webinar “Duelo y COVID-19”, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM, la especialista explicó que “es necesario buscar ayuda profesional y acompañamiento psicológico cuando las reacciones emocionales que tenemos ante la pérdida no disminuyen de intensidad y se mantienen por un tiempo prolongado, ya que esto puede generar un impacto en nuestra salud mental”.

Con el objetivo de afrontar el proceso de duelo no complicado, existe la plataforma www.duelocovid.com, la cual es gratuita y está dirigida a personas que hayan sufrido una pérdida hace seis meses o menos y no estén recibiendo tratamiento psicológico o farmacológico, cuenta con cuestionarios, videos e información al respecto. La comunidad universitaria que requiera apoyo puede ingresar a la red de atención de salud UNAM (misalud.unam.mx) donde se brinda atención psicológica.

Ricardo Ambrosio