Los neuropéptidos o péptidos reguladores son un grupo de moléculas pequeñas conformadas por aminoácidos, inicialmente fueron descubiertos en el aparato digestivo, tienen un papel importante en la función del sistema inmune, ya que se ha comprobado su capacidad reguladora en la actividad fagocítica de varias células, particularmente de los macrófagos especializados que se encuentran en diferentes órganos.

El doctor Mario Alberto Zetter Salmón, Investigador Posdoctoral del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que es conveniente estudiar este tipo de regulación celular en órganos donde se producen altas cantidades de neuropéptidos, por ejemplo, el pulmón y el cerebro, en este sentido presentó los resultados de investigaciones que ha realizado sobre el efecto del neuropéptido vasopresina en dichos órganos.

A nivel pulmonar estudió la inflamación crónica presente en modelos murinos con tuberculosis, donde las células que conforman las lesiones granulomatosas típicas de esta enfermedad demostraron ser inmunopositivas a la vasopresina; para comprobarlo, a los ratones se les administró un agonista de la hormona por vía intratraqueal, provocando un incremento en la actividad de macrófagos M2, mayor carga bacilar y fibrosis excesiva en el pulmón.

También ha investigado el efecto de la vasopresina en la actividad de las células de la microglía; para este fin, se indujo una producción aumentada de vasopresina en modelos murinos neonatales mediante un estímulo estresante, el cual consistió en la separación de las crías de sus madres por tres horas diarias, durante los primeros 15 días de vida. Encontró que niveles elevados del neuropéptido provocan un estado de hiper ramificación que se relaciona con una capacidad fagocítica menor de las células de la microglía.

En el Seminario de Investigación del Departamento de Fisiología, transmitido por Facebook Live y moderado por las doctoras Virginia Inclán Rubio, Jefa del mismo, y María del Carmen Cárdenas Aguayo, Coordinadora de Investigación, el experto explicó que los neuropéptidos como vasopresina, oxitocina, angiotensina o acetilcolina pueden unirse a monocitos y macrófagos a través de receptores específicos acoplados a proteínas G, de esta forma activan cascadas de señalización y regulan procesos fisiológicos como la fagocitosis, secreción de citocinas, presentación antigénica, e incluso la diferenciación celular de los fagocitos.

Asimismo, señaló que los fagocitos pueden producir por sí mismos neuropéptidos que tienen acción autocrina, este efecto se produce en las células alveolares.

Por otra parte, mencionó la relevancia terapéutica que podría tener el estudio de otros neuropéptidos como la angiotensina y sus receptores en macrófagos, debido a que la enzima convertidora de angiotensina II interviene en la invasión celular por el virus SARS-CoV-2.

“El hecho de que la expresión de los neuropéptidos y sus receptores en los fagocitos tenga funciones tan específicas de regulación, podría ser signo de su potencial terapéutico en enfermedades relacionadas con la actividad fagocítica”, concluyó.

Ricardo Ambrosio