De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos existen alrededor de 700 mil personas sordas en el país, por ello y con el objetivo de empatizar con éstas y enseñar la lengua de señas mexicanas, se celebró la Noche de Museos del mes de julio “Manos que son Palabras”, encabezada por Santiago Salcedo, líder del proyecto social “Manos que Escuchan”.

“La inclusión empieza desde que entendemos las palabras, por ello los invito a ser conscientes de lo que decimos porque las palabras crean”, expresó Santiago Salcedo al hacer referencia al respeto con que debemos referirnos a ellos.

Asimismo, recomendó utilizar el término “persona con discapacidad”, cuando nos refiramos a sordos, mudos, ciegos, entre otros, porque de esta manera estamos reconociendo la dignidad humana de la gente por el simple hecho de que son seres vivos.

Por otra parte, los invitados Hiram Brito, quien es sordo, y la intérprete Vania Barajas, explicaron cómo es vivir, estudiar y hablar con lengua de señas, destacando la importancia de las expresiones faciales al hablarlo. Además, se dijo que las señas cambian de acuerdo con el país, pues es diferente al que se habla en México, en Estados Unidos, Guatemala y cualquier parte del mundo.

Posteriormente, dieron una clase enseñando a los asistentes el abecedario en señas, algunas formas de saludar, los miembros de la familia, objetos, amigos, nombres (los cuales se pueden deletrear o la misma persona sorda pondrá una seña de acuerdo con alguna característica física) y algunas profesiones. Por ejemplo, la palabra doctor se hace poniendo una mano base en posición horizontal con el puño cerrado y con la otra mano dejamos estirado el dedo índice y medio, así como el pulgar para tocar la muñeca (como en la imagen superior izquierda).

Eric Ramírez