Los mecanismos de búsqueda no existen en todo el mundo, sino en lugares muy específicos en donde, por un lado, los sistemas ordinarios no han sabido, o podido, dar respuesta a problemas de desaparición y, por otro, están enmarcados en contextos específicos de conflictos. En México, la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB) no tiene limitaciones temporales para buscar a una persona, ya que puede trabajar en casos desde los años setenta u ochenta, en la llamada “Guerra Sucia”, hasta los que se presentaron en días pasados.
“Es importante tener un sistema nacional de búsqueda para coordinar a las diferentes instituciones en lo que les toca hacer desde el tema de búsqueda, de dar información a familiares, de protección en las búsquedas, de identificación, e involucrar a los jueces, pues son la autoridad que tiene el mayor poder constitucional y pueden interponer un amparo y ordenar la disposición a quien se presuma tiene en su poder a una persona”, resaltó la doctora Karla Irasema Quintana Osuna, titular de la CNB.
En la inauguración de las “Primeras Jornadas de Discusión: Las ciencias forenses frente a la búsqueda y localización de personas”, moderada por la doctora Zoraida García Castillo, Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense, la doctora Quintana Osuna recordó que esta licenciatura ayudó en la creación del protocolo homologado de búsqueda para determinar cuál era la tarea y obligación de cada autoridad, así como a conceptualizar las ideas de las personas con experiencia en esta situación.
“Las herramientas que tiene un científico o científica forense dentro de las búsquedas inciden de manera directa en poder encontrar, no sólo buscar, a personas desaparecidas. Eso en la búsqueda en campo, sin embargo, también hay mucho trabajo de registro, de análisis de información, en el cual los científicos forenses son de mucha utilidad. Sin duda, la búsqueda de personas desaparecidas es un trabajo multidisciplinario, pero la labor de los científicos forenses es la parte central”, destacó la especialista, e invitó a los estudiantes a prepararse muy bien para que, cuando se gradúen, puedan ayudar a esta importante labor.
Por otro lado, indicó que antes de 2007 los casos de desaparición eran alrededor de mil; y después de esto los casos aumentaron drásticamente hasta llegar a los 91 mil, por lo que una de las acciones más importantes que se implementó es la relacionada con los tipos de búsqueda. El primero es la “búsqueda inmediata”, en donde son vitales las primeras horas a partir del hecho; la segunda, es “la individualizada”, en donde se tiene una carpeta de investigación y pistas para realizar el trabajo; la tercera es la “búsqueda generalizada”, en donde se suelen buscar fosas o lugares donde se sabe hay personas, pero no se tiene un objetivo claro de quiénes son.
Recomendó que, en caso de una desaparición de alguien cercano, o conocido, se puede llamar a la CNB, reportar desde la página https://bit.ly/3DzMiMe, o a través de sus redes sociales https://bit.ly/3DDbrpz. Mediante estas vías no es necesario esperar a que pasen 72 horas o ir a alguna fiscalía, y se puede hacer de manera anónima.
Eric Ramírez