Con la finalidad de continuar con el entrenamiento quirúrgico de los médicos residentes durante el confinamiento debido a la pandemia por COVID-19, el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM diseñó y creó un simulador laparoscópico inmersivo en el que los estudiantes pueden adquirir destrezas para realizar procedimientos.
El doctor Fernando Pérez Escamirosa, integrante del grupo de sistemas inteligentes del ICAT y responsable del proyecto, explicó que debido a las condiciones epidemiológicas los residentes no podían ingresar al quirófano, por esta razón surgió la idea de crear un simulador virtual inmersivo que permitiera a los médicos continuar con su formación y entrar a la sala de operaciones sin la necesidad de estar en el hospital.
El simulador consta de unas gafas 3D, así como dos sensores para la manipulación del instrumental médico, está programado para realizar una colecistectomía pero puede adaptarse para simular otros procedimientos quirúrgicos.
El ingeniero en Computación Eduardo Ruiz se encargó de la programación, diseñó un escenario en tercera dimensión para brindar al usuario una experiencia parecida a estar en un quirófano real. Detalló que con este fin se tomaron medidas y fotografías de todos los aparatos que se encuentran en el quirófano y se aplicaron técnicas de fotogrametría para aplicar texturas y crear un escenario envolvente; de igual forma, integró distractores que pueden presentarse en una cirugía real como el sonido de monitores o un teléfono timbrando.
Asimismo, el doctor Ricardo Ordorica Flores, Jefe de Cirugía Endoscópica del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, donde ya se ha implementado este proyecto desde el 2020, señaló que la finalidad del simulador es generar una mayor seguridad para los pacientes, esto se logra teniendo residentes preentrenados, pues a medida que se entrenan realizan movimientos más finos que hacen que sea más efectiva la cirugía.
David Medina Álvarez, médico residente de Cirugía General en el Hospital Regional “Adolfo López Mateos” del ISSSTE y uno de los usuarios del simulador, señaló que “al principio es difícil realizar una cirugía laparoscópica por la percepción de profundidad, este simulador ayuda muy bien a identificar esa brecha y, a través del entrenamiento, es más fácil percibir profundidades en una pantalla que solamente tiene dos dimensiones, y eso ayuda a que, a la hora de estar en una cirugía real, sea más fácil tener noción de los movimientos que se hacen”.
El alumno señaló que el simulador es amigable con el usuario y recomendó el uso de este tipo de herramientas, pues permiten familiarizarse con los procedimientos quirúrgicos sin utilizar muchos recursos o estar frente a un paciente. También expresó su orgullo ante el hecho de que la Universidad desarrolle este tipo de simuladores que mayormente provienen de otras escuelas o del extranjero.
Debido a los buenos resultados en el uso del simulador, se planea ampliarlo a la modalidad de multijugador para que cirujano y anestesiólogo puedan interactuar de manera simultánea.
*Con información y fotografía del Boletín UNAM-DGCS-043-2022
Ricardo Ambrosio