El cáncer cervicouterino (CaCu) se puede curar si se detecta en forma temprana y se trata adecuadamente. Cada año en el mundo ocurren 604 mil 127 nuevos casos, y en México se registra una incidencia de 9 mil 439, es decir, cerca del 9 por ciento de todos los tumores que se diagnostican en la mujer son originados por el CaCu. 

La doctora Tatiana Galicia Carmona, subespecialista en Oncología Médica por el Instituto Nacional de Cancerología, indicó que cada año aproximadamente 341 mil 831 mujeres mueren por esta enfermedad a nivel mundial, en México es la segunda causa de incidencia de tumores en mujeres, y se diagnostican cerca de 25 casos al día; se presenta en la cuarta y quinta década de la vida, y 12 mujeres al día mueren por CaCu.

“La causa del CaCu es la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y se estima que el 80 por ciento de las personas que han iniciado vida sexual activa han estado en contacto con esta infección de transmisión sexual”, destacó la ponente. Agregó que la evolución de esta infección no necesariamente terminará en CaCu, pues cuando una persona tiene una infección por VPH, generalmente es una infección autolimitada, sin embargo, cuando persiste puede desarrollarse una lesión precancerosa que posteriormente generará un carcinoma invasor.

Asimismo, comentó que los síntomas que van a presentar las pacientes estarán relacionados con la extensión de la enfermedad, y debido a que en las etapas iniciales no hay síntomas, la mayoría de las pacientes acuden a una valoración cuando presentan hemorragias vaginales, flujo fétido persistente, dolor pélvico, síntomas urinarios o gastrointestinales, disminución de peso, anemia y síndromes urémicos, entre otros.

Por otro lado, indicó que la prevención primaria del CaCu conlleva la vacunación contra VPH, que en México se encuentra disponible para niñas de quinto año de primaria u 11 años en niñas no escolarizadas; la prevención secundaria consiste en un tamizaje a partir de los 25 años de edad, y la prevención terciaria que es el tratamiento del CaCu, puede ser quirúrgico durante etapas tempranas de la enfermedad, mientras que en etapas localmente avanzadas se ofrece tratamiento con quimioterapia y radioterapia en forma concomitante, y las etapas metastásicas reciben tratamiento paliativo, generalmente con quimioterapia, y recientemente con algunos medicamentos de inmunoterapia.

Durante el Seminario Permanente de Género en Salud, organizado por el Programa de Estudios de Género en Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM, transmitido por Facebook Live y coordinado por el doctor Ariel Vilchis, académico del Departamento de Salud Pública, la doctora Galicia Carmona mencionó que la problemática detectada en México es que una mujer refleja una gran inequidad social debido a un acceso desigual a los servicios de salud y menos recursos para el tratamiento, calidad limitada y escasa infraestructura en áreas rurales y zonas con alta marginación, así como un muy limitado acceso a la prevención primaria e inequidad de género.

Acerca de los determinantes sociales sobre el abandono del diagnóstico y el tratamiento de las mujeres con un Papanicolaou anormal, explicó que el 50 por ciento que abandonan el tratamiento son amas de casa, el 39.6 por ciento son trabajadoras no registradas, y la carga de trabajo doméstico se encuentra entre los principales motivos de abandono; además, compartió que en América Latina la tasa de abandono del tratamiento de una lesión precancerosa o un carcinoma va del 20 al 75 por ciento.

Azucena Xancopinca