Soy Andrea Atri Mizrahi, recuerdo que en la primaria, secundaria y preparatoria sólo me iba bien en las materias que me gustaban, y me encantaba la Biología, pues mi maestra era muy buena, de ahí empezó mi deseo por estudiar Medicina. Además, desde pequeña llamó mi atención la Psiquiatría, vi todo lo que conllevaba esta especialidad y el plan de estudios de Medicina, sobre todo las materias básicas me parecían muy emocionantes y así fue como decidí entrar a esta carrera.

Lo que me inspira a desarrollarme día con día es que la práctica médica no tiene que ser la Medicina deshumanizada que nos enseñan, y que algún día yo podré estar en una posición donde pueda incidir con mis decisiones directamente para promover un cambio en la enseñanza y en la sociedad, y brindar una mejor atención a los pacientes.

Como ser humano, la carrera de Médico Cirujano me ha enseñado a no ser soberbia, pues asumir que sabemos todo nos hace unas personas poco útiles a la sociedad; de igual forma, he aprendido a ser crítica de la ciencia, a cuestionar los orígenes del conocimiento y al servicio de quién está dicho conocimiento.

Cuando elegí mi especialidad, en algún momento pensé en Ginecología porque me parece una rama compleja de la Medicina, pero finalmente escogí Psiquiatría porque siento que son pacientes muy marginados y vulnerables. Los pacientes psiquiátricos son personas que la pasan muy mal, y hay poca ayuda disponible para ellos, incluso muchas veces sufren abuso y maltrato por los mismos psiquiatras. Me interesan las historias de vida, la violencia y sus repercusiones en la calidad de vida de las personas, así como encontrar maneras en conjunto de hacer sentido de todas esas experiencias de vida. Actualmente, soy R4 de Psiquiatría en el Hospital Español.

Considero que la enseñanza en la Medicina tiene muchas deficiencias, es un sistema muy violento y hostil que fuerza a los individuos a desensibilizarse como método de supervivencia. Creo que mi mayor logro, sin duda alguna, es seguir siendo compasiva, sensible e intentar llevar esto a mi práctica clínica todos los días. El poder estar dentro del sistema de salud y ser crítica del mismo también representa un gran logro para mí, al igual que haber aprendido a ser más atinada en mis intervenciones para que éstas tengan un mayor alcance.

Asimismo, creo que ante los retos que se presentan es importante enfrentarlos de la mejor manera, dándonos espacio para llorar si es necesario, recobrar fuerza y posteriormente confrontarlos.

En un futuro cercano quiero hacer una Maestría en Terapia Sistémica y Familiar, también me apasiona el tema del género, pero creo que el posgrado me gustaría hacerlo desde la perspectiva de las humanidades.

Es un gran logro que ahora más mujeres estén incursionando en el ámbito médico, pero me parece que no es suficiente en la lucha hacia la equidad de género, pues aún siguen siendo menos las mujeres que ocupan lugares de alta responsabilidad. En mi opinión, tenemos que recordar que la institución de la Medicina fue creada por hombres, y que muchas veces la manera en la que se nos enseña y lo que se nos enseña podemos trabajarlo para evitar racismo, clasismo, capacitismo, machismo, entre otras formas de exclusión. Debemos ser críticas de lo que se nos enseña y cuestionar los sistemas de poder para lograr un cambio verdadero, porque el número no es suficiente. Debemos de ser mujeres críticas que estemos comprometidas con combatir las inequidades.