El vocabulario con que nombramos a las drogas es cambiante, diverso y extenso en países como México y Estados Unidos, los cuales, tienen una estrecha relación respecto a la producción, distribución y consumo de estas sustancias, constituida por el narcotráfico. De modo que existen múltiples términos tanto en inglés como en español para referirse a una misma droga, creados a partir de diferentes mecanismos cognitivos.

La variación de este léxico se debe, en gran medida, a las condiciones de ilegalidad de uso de drogas que predominan en nuestro país y a que cada vez se fabrican más productos nuevos”, indicó el doctor Rafael Saldívar Arreola, Subdirector de la Facultad de Idiomas de la Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, durante la conferencia “Las palabras con que nombramos a las drogas”, moderada por los doctores Claudia Rafful y David Fajardo, transmitida por Facebook Live (https://bit.ly/3yX44bN), y Youtube (https://bit.ly/3EYgxQ4).

Como parte del Ciclo de Conferencias 2022: Sustancias Psicoactivas en Contexto, organizado por el Seminario de Estudios sobre la Globalidad, el Programa Institucional Ética y Bioética FacMed y el campo de conocimiento de Bioética del PMDCMOS, en su ponencia «Metáforas conceptuales y metonimias en nombres de drogas en inglés y español”, correspondiente al artículo académico de su autoría, el ponente reveló que “las personas interesadas en el comercio o consumo de la droga buscan disfrazar el término a través del lenguaje figurativo, sobre todo, utilizando metáforas conceptuales de color e imagen”. En ese sentido, explicó que “la metáfora conceptual se refiere a una idea que se entiende en términos de otra. Por ejemplo, la frase ‘La vida es un viaje’ supone que la vida es equiparable a un viaje”.

Asimismo, detalló que las metáforas sobre las drogas se clasifican en heurísticas y justificativas. Las primeras están relacionadas con la experiencia, la percepción y los efectos que producen o con su apariencia. “En estos casos, se pueden presentar como nombres de mujeres; sensación de alegría; nombres de animales; seres del más allá; lugares bajos; elementos del espacio exterior; energía; luz; cosas o lugares fuera de la realidad; y calor. También, es muy común que se basen en el color o en la imagen; por ejemplo, a la cocaína en inglés hay quien le dice pearl (perla); y a la marihuana en español también se le conoce como pasto”.

Mientras tanto, las metáforas justificativas vinculan a las drogas con algo inofensivo o expresan cercanía emocional con los usuarios. “Se les nombra como dulces, comida y cosas inocentes como hielito, churrito o christmas tree (árbol de navidad)”.

Por otra parte, se encuentran las metonimias, las cuales tienen una función referencial. “Muchas drogas reciben su nombre según el lugar donde se producen, los medios de consumo, la parte del cuerpo por la que se consume y, en ocasiones, por personajes conocidos por su consumo”.

Respecto a la conexión entre este tipo de estudios y la investigación biomédica, así como con el tratamiento de personas con problemas de adicción, el doctor Saldívar Arreola añadió que “conocer los términos que utiliza la persona adicta, le puede servir al personal de salud para entender lo que experimenta cuando consume drogas”, y en las políticas públicas “hace falta replantear el concepto de la persona adicta como delincuente, es decir, considerar que se trata de una enfermedad”.

Isabel García