Mi nombre es Alicia Sandoval García. Decidí estudiar Medicina porque cuando tenía 18 años quería aprender un poco de todo, así que investigando descubrí que esta carrera es muy completa porque ningún área del conocimiento era ajena a ella; además, el esfuerzo de todas las personas que a lo largo de la historia de la humanidad han mejorado la salud humana y salvado vidas fue otro punto clave que encajó mucho en los ideales que yo quería.

Lo que me inspira a desarrollarme día a día es mi familia, pues es mi motor, mi mayor fuente de inspiración y mi fortaleza cuando siento debilidad; por otro lado, ahora que ya estoy en ciclos clínicos, la conciencia que se va creando de responsabilidad hacia los pacientes es otra motivación para que me esfuerce y dé lo mejor de mí misma.

La carrera me ha dejado muchas experiencias y me ha enseñado a entender lo frágil que es nuestra condición humana, ya que en pocos entornos laborales hay tanta cercanía con la muerte y la enfermedad, y quienes nos dedicamos o estudiamos en el área de la salud presenciamos constantemente ese tipo de cosas que nos muestran lo que realmente es importante en la vida y muchas veces damos por hecho que siempre vamos a tener la salud o la presencia de nuestros seres queridos.

Cuando me enfrento a un reto primero identifico las cosas que sí están en mi control y trato de plantear soluciones a las problemáticas, y en caso de que sea algo que no pueda modificar o no soy capaz de resolver por mí misma, pido ayuda a alguien más.

El crecimiento personal que he tenido es que anteriormente me estresaba mucho y no hacía nada que no fuera estudiar, por lo que me olvidaba de mi familia y de las demás cosas que son importantes para mí, pero he aprendido a manejar mis tiempos e identificar lo que es importante cuidar como mi familia, mis seres queridos y a mí misma.

Otro logro que he tenido es el ser instructora del Departamento de Fisiología y poder compartir con más estudiantes mis conocimientos y experiencias de vida; constantemente les recuerdo que deben cuidar su salud física y mental, es muy bonito entender que dentro de las aulas se puede intercambiar conocimiento académico, pero sobre todo vivencias.

Es muy relevante que ahora existan más mujeres incursionando en el ámbito médico, ya que puede llegar a ser un área muy competitiva y para nosotras es más difícil incursionar en él por todas las barreras que han existido, así que ver a figuras femeninas ayuda a que las generaciones que vienen podamos tener ejemplos a seguir, saber que sí se puede llegar y cumplir nuestras metas como muchas otras lo hacen.

Lo que más me ha gustado de mi carrera es que estamos en un constante aprender y enseñar, y eso es muy representativo, incluso en la práctica clínica se aprende del residente, la doctora de base, pero también de los pacientes y del personal que se encuentra en el hospital, todas y todos tienen algo que aportar.

Recientemente terminé una estancia en el Departamento de Neuropatología Molecular de la División de Neurociencias del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM y estoy en dos tutorías de investigación: en el INCMNSZ en la Subdirección de Epidemiología Hospitalaria y Control de Calidad de la Atención Médica, y en el Departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina en un proyecto llamado Acceso COVID.

Mis metas son empezar de la mejor manera el Internado, tratar de tener paz mental y, al concluir, hacer mi Servicio Social en Investigación y, posteriormente, estudiar un posgrado.