Las enfermedades neurodegenerativas son enfermedades crónicas que tienden a generar una gran discapacidad física, intelectual y social y, por lo tanto, dependencia y disminución de la calidad de vida, lo que conlleva un importante padecimiento individual y social de la persona afectada y sus familias; asimismo, producen una significativa repercusión laboral y alto gasto económico por la atención social y sanitaria que precisan.
Estas enfermedades neurológicas se caracterizan por la degeneración y muerte de las células del sistema nervioso como consecuencia de la acumulación de proteínas anormales en su interior, es decir, que en función de la localización de las neuronas que mueran, el paciente presentará unos síntomas concretos que con el paso del tiempo evolucionarán a una enfermedad, por ejemplo, si las neuronas que mueren se localizan en el hipocampo, zona encargada de la memoria, el paciente la perderá progresivamente, por lo que acabará desarrollando la Enfermedad de Alzheimer (EA).
Por ello, en el Seminario de Investigación del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM se abordó el tema “Development of therapeutic modalities for the treatment of various neurodegenerative diseases”, impartido de manera híbrida en el auditorio “Dr. Octavio Rivero Serrano”, y transmitido por YouTube, donde el doctor Suhail Rasool, Director del Departamento de Neurociencias JFK, habló de lo que se ha hecho para el desarrollo de tratamientos y así combatir las distintas enfermedades neurológicas.
“El Alzheimer es una enfermedad progresiva en la que los síntomas de demencia empeoran gradualmente con el paso de los años; en sus primeras etapas, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final de esta enfermedad las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno; por lo que esta patología se convirtió en la sexta principal causa de muerte en los Estados Unidos, debido a que las personas con Alzheimer viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes, pero la supervivencia puede oscilar entre cuatro y 20 años, dependiendo de la edad y otras afecciones de salud”, indicó el experto.
En la actividad académica moderada por el doctor Ricardo Martínez Tapia, Coordinador de Investigación del Departamento de Fisiología, el doctor Suhail Rasool mencionó que una de las modalidades terapéuticas que se desarrolla es alrededor de los compuestos DREAM, ya que éstos “se unen a placas maduras de núcleo denso presentes en cerebros humanos con EA familiar, estos compuestos se adhieren y se colocalizarán con las fibrillas Aß (usando OC Ab) presentes en los vasos cerebrales de cerebros humanos con angiopatía amiloide cerebral, por lo que estos compuestos serán el primer biomarcador de diagnóstico para la detección más temprana no sólo de la EA, sino también de otras enfermedades neurodegenerativas, incluida la lesión cerebral traumática”.
Finalmente, indicó que hoy en día se trabaja a nivel mundial para encontrar mejores formas de tratar la enfermedad, retrasar su inicio y evitar su desarrollo, ya que, en la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, pero hay tratamientos disponibles para los síntomas y se continúa investigando para combatirlo.
Vicky Enrimar