En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina y un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM realizaron el evento “Luces de esperanza”, en el que a través de una obra de teatro, actividades grupales y un conversatorio se abordaron temas relacionados con la conducta suicida y la manera en que todas y todos contribuyen a prevenir esta situación.

Con el objetivo de destacar la importancia de la comunicación y el apoyo de todas y todos en la prevención del suicidio y proporcionar información sobre los recursos disponibles para recibir atención, alumnas y alumnos de la ENTS protagonizaron la obra con el mismo nombre del evento en la que se reflejó la manera en que las redes de apoyo, familiares, amigos, profesores, consejeros y líneas de ayuda en crisis pueden marcar la diferencia en la vida de una persona que lucha contra pensamientos suicidas.

Por otro lado, a través de juegos, del compañerismo y la desestigmatización del suicidio, las y los asistentes integraron los aprendizajes que adquirieron, por lo que en la primera actividad expresaron con una palabra lo que la obra les transmitió; posteriormente, escribieron en una hoja las acciones y estrategias que cada quien puede realizar desde sus posibilidades para prevenirlo, y finalizaron con una reflexión dirigida por la doctora Olga Marina Robelo Zarza, Coordinadora del área de Comunicación en Salud Mental del DPSM y del evento, acerca de vivir diariamente con la filosofía del acrónimo ‘GALA’: Gratitud, Aprendizaje, Logro y Afecto.

Mirada integral del suicidio
Para profundizar y comprender las características de la conducta suicida y la manera más adecuada de afrontar como profesionales y como población los desafíos que derivan de este tema global, como última fase del evento se realizó un conversatorio con la opinión de expertos en la salud mental y la visión de una persona sobreviviente a la ideación suicida.

“Desde pequeño me tocó lidiar con responsabilidades que no me correspondían, por situaciones contextuales me enfoqué en trabajar y ser el sostén de mi familia, descuidando mi salud física y emocional. Al llegar a la universidad fui diagnosticado con leucemia y toda mi vida cambió, sentía ser una carga para mis papás y ya no quería estar aquí. Tener pensamientos suicidas es de las peores sensaciones que el cuerpo puede experimentar”, expuso el licenciado en Trabajo Social Eduardo Hernández Hernández, quien actualmente ha vencido el cáncer y ha logrado superar esta conducta a través de psicoterapia, construcción de vínculos afectivos sanos y compromiso con el bienestar personal.

Por su parte, el médico psiquiatra Luis Carlos Faudoa Mendoza, Coordinador de la Clínica de Atención Integral para las Adicciones del DPSM, explicó cuáles son las fases de la ideación suicida, desde el pensamiento de querer morir hasta los intentos no consumados de terminar con la vida. De igual manera, enfatizó en el impacto biológico y social que provoca la conducta suicida y la importancia de prevenirla, “si no sabes qué decir puedes brindar información sobre opciones para recibir atención profesional y mantener una actitud de escucha activa y acompañamiento hacia las personas que están viviendo esta situación”, comentó.

“El trabajo de la prevención es de todas y todos, no necesitas tener una formación especializada para prevenir”, expresó la maestra Cintia Melissa Salas Bermúdez, Coordinadora del área de Psicología del DPSM, quien habló acerca del programa “Centinelas UNAM”, integrado por personas interesadas en realizar acciones dirigidas a la identificación de señales de alerta en la comunidad.

Fotografías: Adrían Álvarez

Para más información: https://centinelas.facmed.unam.mx/. En caso de urgencia puedes llamar al 800 911 2000.

Por L. Ixchel Díaz