Mi nombre es Emilia Becerril Fernández. Me describo como una persona alegre, empática y soñadora, alguien que lucha por lo que quiere. Disfruto mucho de conversar y escuchar a los demás, así como de brindar ayuda en todo lo posible. Además, soy bastante sentimental.

Decidí estudiar la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana (LCNH) en la Facultad de Medicina de la UNAM porque siempre he estado profundamente involucrada en el deporte. Como a los 8 años de edad empecé a practicar gimnasia de trampolín, y ahora me dedico al alto rendimiento en este deporte. Mi enfoque siempre ha sido dar lo mejor de mí y obtener los mejores resultados, y he comprendido que la alimentación desempeña un papel crucial en este proceso, afectando o beneficiando cada aspecto de mi cuerpo.

Además, durante la pandemia por COVID-19, comencé a prestar aún más atención a mi dieta y a buscar alimentos que mejoraran mi salud y bienestar. Asimismo, siempre he sentido una fuerte vocación por ayudar a las personas que tienen problemas con la alimentación y a aquellas que carecen de acceso a los recursos necesarios para vivir una vida saludable.

En la LCNH he adquirido un profundo entendimiento de los efectos que tienen los alimentos en nuestro cuerpo, tanto a nivel físico como mental; esta comprensión integral me ha brindado una perspectiva amplia sobre la importancia de una alimentación adecuada y cómo puede impactar en nuestro bienestar. Actualmente, estoy cursando el segundo semestre de la carrera, y a medida que avanzo me emociona la posibilidad de investigar y descubrir más de los efectos que tiene la comida en nuestro organismo. 

La experiencia de ser mujer y científica de la nutrición humana ha sido increíblemente gratificante y significativa para mí. He ampliado mi perspectiva sobre la vida de una manera única al comprender la complejidad de nuestro cuerpo, así como todas las reacciones y los procesos que ocurren en nuestro interior.

La igualdad de género en la LCNH implica brindar oportunidades y tratos equitativos a todas las personas, independientemente de su género. Esto incluye recibir atención, participar en actividades y tomar decisiones de manera igualitaria, sin preferencias ni discriminación basadas en el género, pues se valora el mérito de cada individuo por igual, permitiendo que todos contribuyan plenamente en el campo de la nutrición.

Al igual que los hombres, las mujeres somos capaces de aportar grandes cosas a la ciencia, e incluso nuestra participación es esencial para impulsar la innovación y el progreso en la sociedad.

Mi consejo para aquellas mujeres que desean dedicarse a lo mismo que yo es que nunca se rindan, incluso cuando las cosas se pongan difíciles. Cada momento de este viaje tiene un valor inmenso y estoy segura de que todo el esfuerzo valdrá la pena. Luchen por lo que desean con determinación y pasión, y recuerden que, sin importar lo desafiante que pueda parecer, el resultado siempre será gratificante, especialmente cuando se trabaja en algo que realmente les apasiona.

Mis planes a futuro incluyen aprender al máximo de mi licenciatura; progresar en el deporte y prepararme para ser seleccionada en los Juegos Panamericanos Junior 2025; y disfrutar cada etapa de mi vida, esforzándome por ser mejor cada día.