Con la finalidad de proporcionar un contexto histórico sobre los diferentes tipos y causas de enfermedades, lesiones, discapacidad, mortalidad, y los factores de riesgo que han condicionado el estado de salud de la población mexicana desde hace más de 3 décadas, así como mostrar la manera en la que han evolucionado después de la pandemia, en la 4ª sesión de 2024 del Seminario sobre Medicina y Salud (SMyS) de la Facultad de Medicina de la UNAM se abordó el tema “La carga de la enfermedad en México en tiempos de postpandemia”.

Durante el evento realizado el pasado 26 de abril en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas”, el doctor Rafael Lozano Ascencio, académico del Departamento de Salud Pública (DSP) de esta Facultad y Profesor Emérito en el Departamento de Ciencias de la Medición en Salud (DCMS) de la Universidad de Washington (UW), definió la carga global de la enfermedad como un “esfuerzo científico y sistemático para cuantificar la magnitud comparativa de la pérdida de salud por edad, sexo y población en el tiempo”, argumentando que los Sistemas de Salud deben incorporar estos datos en políticas y propuestas.

De igual manera, habló acerca de los estudios Global Burden of Disease (GBD) que han realizado en el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la UW, los cuales determinaron que en 2021 la primera causa de pérdida de años de vida saludable fue la COVID-19, seguida por diabetes, cardiopatías isquémicas y violencia interpersonal; mientras que para 2022 el virus descendió hasta la posición 71, sin perder de vista que la pandemia causó un evidente retroceso de casi 30 años en la esperanza de vida al nacer.

En la actualidad, a pesar de que las infecciones respiratorias superiores tienen una incidencia de más del 40 por ciento, las cardiopatías isquémicas se han situado como la principal razón de muerte en México, sin embargo, “los padecimientos orales mantienen una prevalencia de casi el 11 por ciento en la población, y todavía no existen programas que contemplen la atención a la salud bucal como una necesidad indispensable”, refirió el experto. 

“Las proyecciones a futuro del estudio GBD21 plantean la urgencia de redefinir las prioridades de los Sistemas de Salud enfocadas a la promoción y prevención, tomando en cuenta las afectaciones mentales, neurológicas, músculo esqueléticas, orales, sensoriales y dermatológicas”, explicó el doctor Lozano Ascencio al enfatizar la importancia de introducir desde el pregrado el uso de estas herramientas para la práctica médica diaria, buscando mejorar los factores ambientales y conductuales del paciente, y promover el espíritu de colaboración institucional que beneficie la toma de decisiones en salud pública.  

En su oportunidad, la doctora María Elena Medina-Mora, Directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, destacó que durante la pandemia se demostró que las personas con problemas de salud mental graves presentaron mayor vulnerabilidad y mortalidad, además de que los padecimientos como ansiedad, depresión y estrés postraumático aumentaron exponencialmente después de la pandemia, provocando secuelas en el rendimiento físico y en las funciones cognitivas. “Las investigaciones sobre la carga de la enfermedad han permitido el desarrollo de políticas para la atención de la salud mental”, afirmó.

Fotografías: Brisceida López

Finalmente, la doctora Christian Razo García, profesora del DCMS e Investigadora del IHME, mencionó que “el GBD es una colaboración interprofesional e internacional en el que se realizan reuniones con representantes de cada país para verificar que las estimaciones y los cálculos sean congruentes”; y resaltó que actualmente se ha incrementado el trabajo para mejorar las predicciones en Latinoamérica, señalando que aún falta recopilar más información con respecto a demencias y padecimientos metabólicos.

La conferencia fue moderada por el doctor Ricardo Escamilla Santiago, Jefe del DSP, y transmitida por YouTubeFacebook Live

L. Ixchel Díaz