Con el objetivo de promover un espacio de reflexión sobre los temas más relevantes y actuales del bienestar femenino desde una perspectiva de género, la Secretaría General y el Programa de Estudios de Género en Salud (PEGeS) del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM realizaron el “Foro por el 28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres”.

En el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” y a través de Facebook LiveYouTube, la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de la Facultad de Medicina, en representación de la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Directora de la misma, indicó que “esperamos que este foro sea de su agrado y, sobre todo, que genere conciencia, inquietud y responsabilidad respecto a la salud de la mujer. Sean todas, todos y todes bienvenidos, de ahora en adelante este será un evento y un compromiso constante para insistir en que la salud de las mujeres debe ir de la mano con la perspectiva de género”.

La doctora Norma Blazquez Graf, Coordinadora para la Igualdad de Género de la UNAM, expresó que “la inclusión de la perspectiva de género en la salud es crucial, abarcando desde la prevención, la atención, el conocimiento y la formación para la práctica médica. Considerar las experiencias y vivencias de las mujeres cambiará la manera de abordar la atención y la investigación; esto permitirá complementar aspectos del conocimiento que no se han corregido y ampliará muchos otros que no se habían abordado, ayudando a romper el modelo masculino que se ha considerado como la única medida”.

En su intervención, la doctora Yuriria A. Rodríguez Martínez, Coordinadora del PEGeS, comentó que “nos congratulamos y nos sentimos muy satisfechas, comprometidas y motivadas de conmemorar el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres (28 de mayo). Esta fecha, que surge desde 1987 gracias a la sociedad civil organizada de mujeres feministas y colectivas que trabajaron en los problemas de salud de las mujeres en Latinoamérica, hoy se consolida como un momento clave para nuestra institución académica”.

“Sabemos que la salud es el bienestar físico, mental y social, no sólo la ausencia de enfermedades. Lograr esto en una comunidad es difícil, un reto muy importante que la Facultad de Medicina enfrenta en la formación de profesionales de la salud, desde el punto de vista educativo, así como en la atención clínica, sin olvidar la importancia de la investigación en salud dirigida a las mujeres”, señaló la doctora María del Carmen Jiménez, representante de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad, en el evento moderado por el doctor Andrés Castañeda Prado, Coordinador de Ciencias Básicas de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad.

Importancia y retos en VIH-SIDA y mujeres

“En México solamente el 67 por ciento de las personas cuenta con un diagnóstico por infección de VIH. Estadísticamente, por cada 4 hombres hay una mujer que vive con VIH, sin embargo, esta proporción aumenta en ciertos lugares del país, y eso se debe principalmente a la dinámica de transmisión y la falta del diagnóstico”, expresó la doctora Alicia Piñeirua Menéndez, Presidenta del Secretariado del Consorcio de Investigación en Salud, y puntualizó que “a pesar de que las mujeres representan el 20 por ciento de las personas que viven con VIH en México, existen pocas estrategias dirigidas a la prevención, diagnóstico oportuno y atención de VIH”.

Asimismo, explicó que las mujeres cis y las mujeres trans enfrentan retos y condiciones muy distintas, “7 de cada 10 mujeres cis en México y en América Latina adquieren la infección por una pareja estable, y lamentablemente no se consideran una población clave para recibir intervenciones”, señaló al destacar que la creencia de que el VIH en mujeres se contagia por trabajo sexual no es lo que realmente ocurre en la mayoría de los casos. “Es importante integrar la prevención y el diagnóstico a servicios utilizados por mujeres, y tomar en cuenta los diferentes contextos sociales en los que se desenvuelven”, concluyó.

La salud reproductiva de las mujeres: una prioridad hoy

En esta plática, la maestra María Luisa Sánchez Fuentes, médica y especialista en gestión de calidad de derechos sexuales y reproductivos, afirmó que el derecho a la salud reproductiva es fundamental y debe ser accesible para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar. “Los derechos reproductivos están protegidos por el artículo 4º de nuestra Constitución, y algunos de los avances que se han logrado en los últimos años han sido principalmente la despenalización del aborto, los servicios de aborto voluntario que debe brindar la Secretaría de Salud, IMSS e ISSSTE, y la atención de carácter urgente a todas las niñas con un embarazo por violación”, comentó.

“El respeto de los derechos humanos, la disponibilidad de información, opciones e insumo, un sistema de salud universalmente accesible, asequible y que funcione oportunamente, además del personal capacitado, competencias técnicas y presupuesto, son los pilares para lograr una buena calidad de atención a la salud sexual y reproductiva”, manifestó la especialista al agregar que los desafíos para profesionales de la salud y para la sociedad en general están basados en la ética, el trato humanitario sin distinciones y la apertura para adoptar los cambios culturales y los valores con perspectiva de género.

Enfermedad cardiovascular en las mujeres

“Los padecimientos cardiovasculares representan la primera causa de muerte de las mujeres en México y en el mundo, y es común que no lleguen oportunamente a urgencias por infarto”, refirió la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de la Facultad de Medicina de la UNAM, al argumentar que debido a la presentación de cuadros atípicos en el sexo femenino, el personal de la salud suele tener menor apego a las guías de práctica clínica durante el proceso de atención. “Por cada mujer que muere por cáncer de mama, 13 mujeres mueren por razones del corazón”, indicó.

De igual manera, mencionó que la cardiopatía isquémica es la complicación más frecuente en las mujeres, enfatizando que además de los factores de riesgo más conocidos (dislipidemia, diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, sedentarismo, alto consumo de sal, genética, climaterio y menopausia), el estrés y la ansiedad también pueden tener repercusiones graves, “una mujer sometida a niveles altos de estrés podría sufrir un infarto provocado por un espasmo coronario muy importante”, aseguró. En este sentido, advirtió que se requiere visibilizar el problema, mejorar la atención primaria, controlar los factores de riesgo, realizar diagnósticos exhaustivos, incluir a más mujeres en ensayos clínicos y aplicar detalladamente los protocolos de atención.

Retos actuales en cáncer en las mujeres

Para abordar las problemáticas relacionadas con los principales tipos de cáncer que padecen las mujeres y el cáncer en la población transgénero, la doctora Claudia Haydeé Arce Salinas, Coordinadora de Equidad y Género de la Sociedad Mexicana de Estudios Oncológicos, presentó el panorama epidemiológico del cáncer en México. “No se ha logrado modificar la tasa de mortalidad femenina por cáncer en los últimos 10 años, lo cual es sumamente alarmante”, explicó la experta al destacar que se espera un aumento del 30 por ciento de la incidencia de padecimientos neoplásicos para el futuro próximo.

“El cáncer cervicouterino cobra casi 12 vidas al día en nuestro país y se posiciona como la 2ª causa de muerte en mujeres en edad reproductiva”, expresó la doctora Arce Salinas al apuntar que es el cáncer que más afecta a las jóvenes de 25 a 34 años, repercutiendo en su sexualidad, actividades económicas y sociales. Por otra parte, comentó que el cáncer de mama es la enfermedad más común y, aunque la mayoría de los casos son diagnosticados cuando las lesiones son palpables y avanzadas, afortunadamente se ha logrado disminuir la mortalidad por esta enfermedad en los últimos 20 años gracias a la detección oportuna y la creación de nuevos medicamentos.

Perspectiva de género en la salud de las mujeres

La doctora Yuriria A. Rodríguez Martínez explicó que el género es un sistema significante de relaciones de poder entre sujetos constituidos psíquica y socialmente, a partir de las premisas socioculturales establecidas por ese sistema, las cuales instituyen diferencias entre los sujetos, justificadas y legitimadas con base en la interpretación de un modelo de dos sexos biológicos. En ese sentido, la perspectiva de género en salud promueve una agenda política crítica para impulsar cambios significativos, ya que no se limita únicamente al análisis de las diferencias, sino que busca activamente alternativas para superar esas desigualdades y brechas.

Asimismo, comentó que para incorporar la perspectiva de género en la salud es crucial evaluar cómo afectan a las mujeres las actividades y políticas en todos los sectores; luego, se debe desarrollar una estrategia que considere estas evaluaciones junto con las experiencias y preocupaciones de las mujeres: “Este enfoque debe integrarse en todas las etapas de diseño, aplicación y evaluación de políticas y programas institucionales de salud, así como en la formación del personal médico, con el objetivo final de promover la igualdad y garantizar el derecho a la protección de la salud para todas, todos y todes”.

PIIAV: experiencia para la atención a la violencia de género en la FES-Iztacala

La maestra Brenda Admin González Muñoz, Coordinadora del Área de Servicios y terapeuta del Programa Institucional de Investigación y Atención a la Violencia (PIIAV) de la FES-Iztacala, indicó que trabajar con víctimas de violencia requiere una combinación de habilidades técnicas, profunda empatía y una gran resistencia emocional, por lo que “participar en este valioso foro nos brinda la oportunidad de compartir lo que escuchamos dolorosamente a diario y, a partir de esto, discutir sobre la salud mental con especialistas psicólogos en violencia sexual”.

Para mitigar los efectos negativos del trabajo en violencia, señaló que es crucial que las psicólogas clínicas adopten estrategias de autocuidado y reciban un adecuado apoyo institucional. Algunas ideas para esto incluyen facilitar supervisión y apoyo profesional, crear una comunidad de escucha para retroalimentación constructiva y autocuidado, establecer límites claros entre la vida personal y profesional, dedicar tiempo a actividades de autocuidado, promover la formación continua y el desarrollo profesional, así como fomentar políticas institucionales y entornos de trabajo saludables.

Fotografías: Brisceida López

Por su parte, la maestra María del Rosario Guzmán Rodríguez, Coordinadora del Área de Formación y Capacitación de Terapeutas Especializados del PIIAV, agradeció la oportunidad de presentarse en el foro para compartir con más colegas, destacando la importancia de la creación de redes positivas que contribuyan a la construcción de una Universidad libre de violencia. Así, a través del texto titulado “El autocuidado como un acto revolucionario”, describió la experiencia de una de sus pacientes en relación con su salud mental.

“El autocuidado es el acto más revolucionario que una mujer puede tener. En nuestra experiencia en la atención psicoterapéutica hemos observado cómo las mujeres que sufren violencia de género atentan contra sí mismas de diversas maneras. Cuando toman conciencia de su situación, surge la necesidad de crear espacios para compartir experiencias y buscar orientación en temas clave como la sexualidad, la reproducción y el maltrato, con el objetivo de identificar alternativas que puedan contribuir a resolver situaciones que limitan el óptimo desarrollo de las mujeres y de la sociedad en general”, puntualizó la maestra Guzmán Rodríguez.

Reflexiones de las ponentes y el público

Al concluir las ponencias, tanto las conferenciantes como el público participaron en un intercambio de ideas que sirvió como retroalimentación, concluyendo que la perspectiva de género es esencial en la prevención, la promoción y la atención de la salud; la misión y el objetivo de la Facultad de Medicina deben incluir esta perspectiva en la formación de las, los y les estudiantes, en todas las licenciaturas.

Además, se debe fomentar la investigación en todas las áreas relacionadas con las diferencias entre hombres y mujeres, ya que esto seguramente reducirá las brechas; y los resultados de estas investigaciones deben tener una meta a corto plazo para poder aplicarlos eficazmente.

Karen Hernández y L. Ixchel Díaz