Con el objetivo de crear un espacio que favorezca el intercambio de conocimientos, el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina (DHyFM) de la Facultad de Medicina de la UNAM, en colaboración con la Academia Panamericana de Historia de la Medicina (APHM), la Sociedad Internacional para la Historia de la Medicina, la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina, así como la Red Mexicana de Historiadores en Ciencias de la Salud, realizó el VIII Congreso Panamericano de Historia de la Medicina y el Simposio Conmemorativo de los 500 años del Hospital de Jesús de México.

En el Paraninfo del Palacio de la Escuela de Medicina, la doctora Mariblanca Ramos Rocha, Jefa del DHyFM, dio la bienvenida al evento y expresó que “es un honor para nuestra Facultad de Medicina y para este recinto tenerlos aquí. Deseamos que disfruten mucho durante estos días en los que compartiremos conocimientos, experiencias y anécdotas”.

Por su parte, el doctor Ricardo Losardo, Presidente de la APHM, recordó que el primer Congreso Panamericano de Historia de la Medicina se realizó en la Universidad de Costa Rica en 2015; posteriormente, las sedes fueron en países extranjeros como Argentina, Chile, Perú, Panamá, Bolivia, así como en estados de la República Mexicana como Puebla: “Es un placer para nosotros estar con la doctora Ramos Rocha en esta nueva edición. El próximo Congreso se está planeando hacer en Brasil, así que los esperamos”.

El sistema mexicano de atención de la salud. Visión histórica

En esta conferencia magistral, el doctor José Narro Robles, exRector de la UNAM, destacó que vivimos en un mundo lleno de contrastes: por un lado, hay avances extraordinarios, pero también existen rezagos inadmisibles en pleno siglo XXI. Resaltó la capacidad humana para hacer el bien, aunque ésta se ve limitada por diversos intereses, conveniencias y el egoísmo, males arraigados a la naturaleza humana; además, enfatizó en la confusión entre el éxito y la felicidad, donde se tiende a equiparar la acumulación de riquezas y bienes con el verdadero bienestar y éxito personal.

Por otro lado, comentó que la grandeza de México tiene que ver con sus instituciones: “Los 500 años del Hospital de Jesús representan uno de nuestros momentos estelares, donde comienza a forjarse verdaderamente el mestizaje nacional; es el más antiguo de América continental, y lo celebramos hoy en esta sesión conmemorativa. Asimismo, hace 230 años se fundó el Hospital Civil de Guadalajara por Fray Antoni Alcalde, el cual es un motivo de orgullo por el servicio prestado y la calidad de la atención, antes y en especial ahora; y destacan también el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, el Hospital Juárez de México, el IMSS, los institutos nacionales, entre otros”.

A manera de conclusión, el también exSecretario de Salud mencionó que, a lo largo de los siglos, el ser humano ha mantenido una preocupación, interés y compromiso constante con la salud, e incluso ha habido una evolución significativa tanto en lo filosófico como en lo ético, así como en la organización en general: “Es importante reconocer que la salud es uno de los pilares fundamentales para generar políticas públicas en un país. Cuando la salud y la educación están garantizadas para toda la colectividad, se establece un terreno común equitativo; en nuestro país, debemos continuar luchando para que estas condiciones sean accesibles para todos”.

¿Por qué estudiar la historia de los hospitales?

El doctor Guillermo Fajardo Ortiz, destacado académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, indicó que conocer la historia de los hospitales es conocer el pasado, los valores y las creencias de la humanidad: “De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el hospital es todo establecimiento público, social o privado que tenga como finalidad la atención de usuarios que se integren para su diagnóstico, tratamiento o rehabilitación. Pueden también tratar pacientes ambulatorios y efectuar actividades de formación y desarrollo de personal para la salud y la investigación; sea como sea, tiene un enfoque básicamente curativo, pero también se ocupa de las personas que van a morir”.

Asimismo, comentó que los hospitales son organismos muy complicados y difíciles de gestionar debido a la diversidad de pacientes y personal que los integran, por lo que las instalaciones hospitalarias suelen ser muy heterogéneas y los pacientes cambian constantemente, lo que convierte al hospital en un lugar de contrastes, con eventos como nacimientos y muertes ocurriendo simultáneamente. Además, resaltó que no existen dos hospitales iguales, ya que se adaptan constantemente a las necesidades cambiantes y funcionan como sistemas complejos que interactúan con otros sistemas.

“La historia de los hospitales debe ser considerada de manera integral, inter y multidisciplinaria; la ciencia de la complejidad nos brindará una comprensión más profunda de la importancia de su estudio. Los hospitales modernos son técnicos y científicos, alejados del empirismo que caracteriza a los hospitales del pasado. En ese sentido, es importante comparar la visión actual hospitalaria con la de épocas anteriores para comprender su evolución y misión a lo largo del tiempo. En lo personal, la historia de los hospitales es una ventana que abre la mente, el espíritu, el corazón, y que nos da otros conocimientos”, puntualizó el doctor Fajardo Ortiz.

Fotografías: Carlos Díaz

Panorama general

Durante la actividad realizada del 28 al 31 de mayo, se abordaron diferentes temas, como los hospitales significativos en la historia de la humanidad; la historia de la tecnología en Medicina; la historia de la Ética Médica y la Bioética; la Medicina e Ilustración en Latinoamérica; la Medicina e Identidad Nacional; la Antropología Médica; las plantas en la historia de la Medicina; la mujer en la Medicina; la Medicina y el Arte; Bioética Médica, la Historia de la Medicina Veterinaria; y la Química Farmacéutica en México.

Además, hubo presentaciones de libros; una sesión solemne para entrega del Premio Aesculap de Bioética para la doctora Juliana Valenzuela Gónzalez, quien estuvo presente en la sesión con distinguidos bioeticistas; y se organizó un paseo a las pirámides de Teotihuacán.

Se contó con la asistencia de profesionales de diferentes partes del mundo, como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, España, Estados Unidos, Italia, Panamá, Perú, Rumania y Túnez, entre otros.

Karen Hernández