No pierdas tu troncalidad

Mi nombre es Alfredo Fernández Becerril. Soy recién egresado de la LIBB, y quiero compartir contigo algunas recomendaciones que espero te sean de utilidad en tu camino dentro la Facultad de Medicina. Será un trayecto desafiante, pero también lleno de oportunidades para crecer y aprender, tanto académica como personalmente.

El principal consejo que quiero transmitirte es: “No pierdas tu troncalidad”. Al igual que las células troncales que serán diferenciadas para convertirse en células con funciones específicas, al iniciar la carrera estamos en el proceso de decidir cuál será nuestro destino y nuestro futuro, sin embargo, mantener una base sólida en los principios fundamentales de tus valores y afinidades, es crucial para alcanzar tus metas.

Uno de mis mayores logros ha sido mantenerme feliz a lo largo de todo este tiempo. Nada tiene más valor que llevar una vida feliz y con poco estrés, incluso en medio de las altas presiones académicas. A pesar de las demandas, encontrar el equilibrio entre estudio y bienestar personal es esencial. Busca actividades y momentos que te brinden alegría y relajación, y recuerda que trabajar inteligente te traerá más beneficios que solamente trabajar duro.

Mi experiencia en la LIBB y en otras actividades en las que he participado, como el Hackatón de la NASA, me han enseñado que la clave para llegar al éxito es utilizar todas las herramientas, preferencias, cualidades y conocimientos que tengas, y siempre dar un plus en lo que hagas. Mantén una mente abierta, busca tu felicidad y no te olvides de disfrutar el viaje.

Aférrate a lo que te apasiona

Mi nombre es María Fernanda Vergara Martínez, soy egresada de la LIBB y actualmente me encuentro cursando el último semestre de maestría. Quiero aprovechar esta oportunidad para compartir algunas recomendaciones sobre cómo encontrar tu pasión dentro de tu licenciatura. Al principio, la Facultad puede parecer abrumadora, pero con el tiempo y la experiencia, descubrirás las áreas que te llaman la atención.

En mi caso, mis desafíos personales comenzaron cuando ingresé a la preparatoria. No soy de la Ciudad de México y fue un cambio muy fuerte dejar a mi familia y adaptarme a una nueva ciudad. Las expectativas y el ritmo en la Facultad de Medicina fueron complicados al principio. Durante los primeros dos semestres de la carrera, me tocó rotar en un laboratorio sobre cáncer de mama y, aunque era un tema muy interesante, me di cuenta de que no me gustaba y muchas veces dudé si me encontraba en el lugar correcto; y es probable que en algún momento te llegues a sentir de esa manera.

A partir del segundo año pude elegir mis rotaciones con los temas que me gustaban, y fue muy satisfactorio poder aplicar las cosas que veía en el laboratorio con las materias. Desde ahí empecé a estudiar el envejecimiento reproductivo en las hormigas y me di cuenta de que era un área que realmente me apasionaba. La fisiología femenina está poco estudiada y la mayoría de la información existente está basada en machos, lo que ha hecho que esta línea de investigación tenga mayor valor para mí.

Mi consejo para ti es que te aferres a lo que te apasiona, incluso si al principio dudas de tu camino. Las rotaciones y las experiencias prácticas te ayudarán a descubrir cuáles son tus áreas y tus cualidades. No tengas miedo de cambiar de rumbo si algo no te gusta y siempre busca oportunidades para aplicar lo que aprendes. Aférrate a tus pasiones y encuentra tu lugar dentro de la ciencia.