“Realizar mi Servicio Social en la modalidad de Programas Universitarios es una forma de agradecimiento y retribución a la Universidad por todo lo que me brindó durante mis años como estudiante”, aseguró Liliana Vázquez Pérez, médica pasante de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien eligió realizar su Servicio en uno de los consultorios de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).

Siempre sintió interés por desarrollarse en el área de la salud para ayudar a las personas, y cuando se encontraba a finales de su carrera técnica en nutrición tuvo la posibilidad de acercarse al ambiente intrahospitalario, “al conocer la gran labor de las médicas y médicos, supe que quería estudiar Medicina”, refirió.

Las principales funciones que tiene como médica pasante en la FFyL radican en la atención de primer contacto, “me dedico a proporcionar consultas médicas, tomar signos vitales, y en ocasiones de urgencia o accidente realizo los procedimientos correspondientes, además de implementar la dinámica de contención emocional que es propia de esta Facultad, en la que utilizamos un perezoso de peluche como herramienta para lograr la contención”, explicó.

“Antes de llegar al Servicio Social no sabía lo que era apoyar en contenciones emocionales, y esta experiencia me ha permitido involucrarme en otras áreas que no había explorado previamente, ejerciendo mi trabajo con un enfoque más amplio y enriquecedor”, afirmó al señalar que en estas intervenciones primero debe evaluar la situación para entender el motivo de la consulta, manteniendo en todo momento la prioridad en calmar a la persona.

A su vez, comentó que dependiendo de la gravedad del problema se activan diferentes protocolos establecidos para casos como intentos suicidas, autolesiones, agresiones o abusos, “estos protocolos son una guía de actividades específicas para abordar a cada paciente de manera adecuada y efectiva”.

Liliana consideró que ha sido muy notable el avance en el cuidado de la salud mental que ha tenido la FFyL y la UNAM en general, indicando que al pertenecer a este Programa Universitario ha percibido una mejora significativa en la salud integral de toda la comunidad: “Contar con estos espacios dentro de la Facultad ha favorecido el acceso a la atención médica de forma rápida y segura para estudiantes y trabajadores”, indicó.

“Uno de los mayores desafíos que he enfrentado durante mi pasantía ha sido aprender sobre el manejo psicológico y emocional, no solamente de la o el paciente, sino también en desarrollar la capacidad de controlar mis propias emociones para contener a la persona afectada en momentos difíciles”, manifestó la médica pasante.

Asimismo, declaró que conocer de las diversas personalidades presentes en la FFyL ha sido una gran lección, “la variedad de perspectivas me ha enseñado a equilibrar y comprender las diferentes formas de interactuar, incluso cuando las personas no son siempre amables, manteniendo mi actuar profesional sin distinciones ante estas diferencias entre estudiantes, personal docente y administrativo”.

“Esta aventura en la UNAM ha sido una grandiosa oportunidad de práctica y fortalecimiento en otras áreas de la Medicina, además de que he podido gestionar mi tiempo de estudio para el ENARM de manera más efectiva”, señaló Liliana y recomendó ampliamente la elección de esta sede, pues “es una combinación perfecta de aprendizaje, crecimiento y flexibilidad que te prepara de manera excepcional para el futuro”, concluyó. 

L. Ixchel Díaz