La Facultad de Medicina, a través de la Secretaría General, ha diseñado una serie de actividades que despierten la curiosidad y el interés de la comunidad por las reflexiones éticas que conllevan los ejercicios de profesiones relacionadas con la salud, la Medicina y la ciencia. En ese contexto, el pasado 26 de agosto, inició el Ciclo de Conferencias de Bioética con la ponencia “Vulnerabilidad en la atención a pacientes”, de la doctora Jennifer Hincapie Sanchez, Directora del Programa Universitario de Bioética de la UNAM.
En el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” y a través de Facebook Live, la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de la Facultad, inauguró este evento, el cual se preparó durante los últimos dos meses gracias al interés y esfuerzo de nuestra Directora, la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, para convertir el Programa en uno de los pilares de la Facultad: “Este Ciclo de Conferencias será parte del reforzamiento para el Programa Institucional de Ética y Bioética FACMED. Abrimos con manteles largos, con una experta que lo ha trabajado tanto a nivel de la Facultad como de la Rectoría”, señaló.
Para dar inicio al evento, la licenciada Indrani Morales Astudillo, responsable del Programa Institucional de Ética y Bioética FACMED, mencionó que es indispensable y urgente que las ciencias retomen la formación humanística: “Lo necesitamos como un pilar en la educación para estudiantes de Medicina y Ciencias de la Salud, con una perspectiva ética y bioética que genere profesionales que contribuyan a la prevención, mantenimiento y restablecimiento de la salud de las personas”.
Por su parte, la doctora Hincapie Sanchez comenzó su ponencia con un análisis del concepto de salud: “Es la experiencia del bienestar, integridad del cuerpo y la mente, se caracteriza por la ausencia de males de consideración y por la capacidad de una persona por perseguir sus metas vitales y desenvolverse adecuadamente”, compartió la doctora Hincapie, enfatizando en dejar de lado la lucha de la Medicina en contra de la muerte, sino en su lugar dignificar este momento para los pacientes.
Posteriormente, expresó que la salud en una persona depende de diversas condiciones como las de carácter genético y social y que el papel que juegan los profesionales o de los sistemas de salud es en el apoyo a la prevención y atención de enfermedades, de tal manera que las y los pacientes acuden a la atención sanitaria en aquellos casos en los que requieren el restablecimiento de su salud. Ante esta situación, se puede generar en el paciente temores e incertidumbre que detonan la vulnerabilidad. Es así que el proceso comunicativo se convierte en el pilar para el establecimiento de la relación médico-paciente, que se sustenta en la confianza.
Asimismo, la doctora Hincapie Sanchez señaló que la vulnerabilidad pensada desde el contexto ontológico es la posibilidad de sufrir daño y dolor, lo que hace a esta definición englobar a todas las personas. Por lo que destacó que la vulnerabilidad se caracteriza por ser parte de todas y todos y que es función de la sociedad y el Estado el erradicar aquellas acciones que nos hacen más vulnerables.
Es por ello que se necesita que el profesional de la salud brinde de manera integral todo su apoyo durante el tratamiento médico, mediante un enfoque ético de la vulnerabilidad del paciente, salvaguardando la dignidad de sus derechos, una atención equitativa y justa, y fomentar la autonomía del paciente, donde también el personal de salud juega un rol importante en guiar las decisiones del paciente encaminadas a su bienestar.
Finalmente, la doctora Hincapie Sanchez externó la invitación a la comunidad de la Facultad de Medicina a participar en las actividades del Programa Institucional Ética y Bioética, para enriquecer su pensamiento crítico e incluir el análisis bioético en la atención de sus pacientes.
Alan Valdez