En el Escenario FELSalud se vivieron grandes momentos de reflexión, entre ellos, la charla “Cortando con el dolor: el significado de las autolesiones”, impartida por la doctora Jacqueline Cortés Morelos, Coordinadora de la Clínica del Programa de Salud Mental, y la licenciada Alejandra Hernández Jaramillo, quien también es integrante del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la FacMed.

Con aforo lleno, principalmente, por padres de familia, las especialistas expusieron ideas claves acerca de las consecuencias desencadenadas por el sufrimiento y la desregulación emocional en jóvenes.

La licenciada Hernández Jaramillo aclaró que las emociones no constituyen un problema, más bien, cumplen una función adaptativa que nos permite sobrevivir; “organizan nuestro comportamiento según el contexto y comunican lo que sentimos tanto hacia el interior como al exterior. Lo que hace la diferencia es el manejo de las mismas, muchas veces se recurre a distractores como el uso excesivo de redes sociales, consumo de sustancias y autolesiones. Todas las emociones tienen un ciclo que termina cuando nos permitimos vivirlas, lo que pasa cuando interrumpimos dicho proceso es que se almacenan hasta que algo las detona y se intensifican”.

Posteriormente, explicó que las autolesiones “representan un alivio inmediato y momentáneo en quienes las practican porque se convierten en una forma de relacionarse con el sufrimiento. En un episodio de autolesión intervienen antecedentes, factores biológicos y traumas, ocurre un efecto paradójico en el que al tratar de encontrar una solución se mantiene o aumenta el dolor”.

Así bien, la ponente compartió algunas pautas para comenzar a lidiar con dicha conducta: reconocer el sufrimiento mediante la atención plena o mindfulness, es decir, sin juzgarse o culpabilizarse y averiguar sus causas para identificar las necesidades. Resaltando la importancia de tener presentes el autocuidado, una red de apoyo y la consulta con personal especializado, en caso de ser necesario.

Para concluir con su participación, la psicóloga retomó los tres componentes de la autocompasión (mindfulness, bondad y humanidad compartida), planteados por la doctora Kristin Neff, en su libro Fierce Self-Compassion y puntualizó que “la autocompasión ayuda a sentirnos cuidados, seguros y aceptados para poder abrirnos y ocuparnos de nuestras experiencias dolorosas de una forma más sabia”.

Durante su intervención, la doctora Cortés advirtió que “en México, se ha reportado que hasta el 10 por ciento de la población puede presentar autolesiones no suicidas. Sin embargo, hoy en día, el suicidio es la segunda causa de muerte de la población de entre los 14 y 24 años. Las probabilidades incrementan en el 5 por ciento de quienes se autolesionan, en el transcurso de cinco años, por lo cual es muy importante que pongamos atención en esta forma de expresión del sufrimiento”.

Por lo anterior, indicó a los padres algunas señales a tener en cuenta como la negación y el aislamiento, “hay que observar sus conductas y generar un espacio de confianza sin una actitud represiva para que puedan mostrarnos, validar sus emociones y apoyarse en los especialistas para que les proporcionen acompañamiento”.

Finalmente, dando más luz sobre el tema, mencionó algunos de los padecimientos que podrían generar conductas autolesivas, como “depresión, trastornos de ansiedad, de la conducta alimentaria, etcétera. También pueden propiciarse en un ambiente familiar disfuncional, dependiendo de cómo abordan los problemas, de qué manera se comunican y lo resuelven; así como a raíz del bullying o acoso escolar. Entre los factores de riesgo están la competencia y alta exigencia, las generaciones que ingresan a la Facultad de Medicina están conformadas por estudiantes de alto rendimiento, por eso es que como profesores si identificamos alguna situación alarmante debemos canalizar la ayuda hacia la atención y talleres que brinda el DPSM, puntualizó.

Isabel García