“No basta con nacer con ciertas características físicas para ser hombre, sino que ser varón se constituye a partir de múltiples procesos y conflictos, sociales y simbólicos, que dan lugar a la confirmación de la subjetividad, pero también a un lugar, un sitio dentro del orden social y las relaciones. Ser hombre es difícil de lograr, y sólo se llega a partir de involucrarse en una serie de ritos y logros que marcan la entrada al mundo de lo masculino”, reflexionó la doctora Rosa María Ramírez de Garay, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
El pasado 1 de abril en el marco del Seminario Permanente de Género en Salud, organizado por el Programa de Estudios de Género (PEGeS) del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina, la doctora Ramírez de Garay, maestra en Psicoterapia para Adolescentes con enfoque psicoanalítico y doctora en Psicología y Salud por la UNAM, ofreció una perspectiva de la masculinidad.

La ponente destacó que “la masculinidad debe ser entendida como un lugar en el discurso en el que el sujeto se posiciona, de forma que no es lo que hacen los hombres, es decir, no es de orden descriptivo, la masculinidad no es lo que hacen los varones, sino una forma en la que éstos se posicionan con respecto a las prácticas discursivas”.
En la actividad transmitida por YouTube, l destacó que “la masculinidad se basa en diferentes hipótesis y teorías, las cuales incluyen la diferenciación de lo femenino, la proveeduría y el poder económico, el uso legítimo de la violencia como forma de reafirmación, dominación e incluso castigo o corrección, competencia y subordinación de otros varones y mandato de la heterosexualidad”.
“El miedo a la pasividad y a todo lo asociado a lo femenino es enorme porque son sus deseos más fuertes e inhibidos y, al mismo tiempo, una de las prohibiciones más grandes, ya que la virilidad exige un increíble control de sí mismo, lo único que puede expresarse libremente y salir sin control es la violencia. El hombre defiende su virilidad porque si se sospecha femenino, tiene que convencerse a sí mismo de su autenticidad masculina para adquirir estatus dominante”, explicó la experta respecto a la necesidad de describir las dimensiones sociales y cómo se interseccionan de forma particular para entender lo que significa ser hombre en nuestra cultura.


En ese sentido, la conferencista indicó que estudios epidemiológicos de 2023 indican que la primera causa de muerte en hombres de 15 a 24 años son las agresiones, mientras que la segunda son los accidentes y la tercera las lesiones autoinfligidas. Asimismo, destacó que “el enorme peso de las causas externas de morbilidad y mortalidad, están presentes a partir del primer año de vida y alcanzan su punto máximo entre los 15 y 24 años de edad, siendo significativamente mayores en los hombres, ya que en estas edades representan el 69.6 y 71.0% de las muertes, contra 44% y 41% de las mujeres”.
También recalcó que parte del autocuidado es un proceso individual, activo y flexible que incluye tareas que se realizan en distintos momentos de la vida cotidiana, además, que los hombres tradicionalmente están alejados de los cuidados familiares y del propio autocuidado. La doctora Ramírez de Garay concluyó su ponencia enfatizando que “las problemáticas de salud en varones adolescentes son, predominantemente, problemáticas de género y masculinidad”.


Finalmente, esta actividad moderada por la doctora Luz María Moreno Tetlacuilo, fundadora del PEGeS, y coordinada por la doctora Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, coordinadora actual de dicho programa, realizaron una dinámica de preguntas y respuestas con el público asistente y se agradeció a la especialista por aportar su experiencia y conocimiento en esta actividad.
María Morales