Mi nombre es Brenda Magaña Gómez. La nutrición se volvió muy importante en mi vida cuando comencé a tratar con profesionales del área y a conocer más del tema. Esto no sólo me ayudó a mejorar mi calidad de vida, pues hace 4 o 5 años tuve un trastorno de conducta alimentaria y problemas metabólicos, sino que también benefició a mi perrito, quien empezó a presentar problemas renales hace tres años. Ver cómo los cambios en la alimentación impactaron positivamente en nuestra salud me motivó profundamente a estudiar este campo de manera profesional, ya que me pareció fascinante todo lo que se puede lograr a través del conocimiento nutricional.

Al revisar el plan de estudios de la LCNH, me atrajo mucho ver que no sólo tuviera un enfoque clínico, sino también de investigación y desarrollo. Esa combinación entre el trato directo con pacientes y la posibilidad de generar nuevo conocimiento me pareció integral y muy enriquecedora, y terminó de convencerme de que esta era la carrera que quería seguir.

Desde pequeña siempre me gustó ir más allá de lo académico, como participar en las ceremonias de escuela con discursos, la banda de guerra, la escolta y aparecer en el cuadro de honor. Considero que en la secundaria fue muy importante la disciplina que adquirí al enfocarme en el mundo de la danza y el deporte. En el bachillerato ingresé al curso llamado PAUTA en el que desarrollé un proyecto de divulgación científica titulado “Las articulaciones: estructura sinovial y la artrosis”, que significó mi primer acercamiento a la investigación. 

También, cuento con 5 certificaciones: como entrenadora personal, sobre signos vitales, reanimación cardiopulmonar, nutrición deportiva y fundamentos básicos de la mecánica del ejercicio, lo cual me ha permitido conocerme más. Llevo trabajando en un proyecto desde hace 4 años, por éste fue por el que comencé a realizar certificaciones, es una marca para deportistas o personas que deseen serlo, el cual abarca un enfoque multidisciplinario e interdisciplinario, además de que se implementará la investigación por cada individuo.

Uno de los desafíos más grandes que he enfrentado durante la licenciatura ha sido el manejo del estrés, especialmente por materias que requieren una gran inversión de tiempo y energía. Sin embargo, algo que he aprendido es que siempre es válido y necesario pedir ayuda; cuando sientes que algo no está bien, hablarlo puede hacer todo mucho más digerible.

Al tener muchas actividades diarias desde pequeña, aprendí a organizarme, y sobre todo a ir escuchando mi cuerpo, ya que puede haber tiempo pero no energía para realizar las actividades. Trato de enfocarme en la escuela en horarios que estoy ahí y cuando estoy en casa me enfoco principalmente en lo que considero de suma importancia para mí que es pasar tiempo con mis cachorros, familia y pareja, además de descansar. 

Por otro lado, este año ingresé al Consejo Técnico como consejera alumna, lo cual ha sido una experiencia completamente nueva y retadora para mí. Involucrarme en este tipo de espacios me ha permitido conocer otra cara de la Universidad, lo cual ha sido tan desafiante como enriquecedor.

Durante un periodo de mi trayectoria académica, enfrenté conflictos por preferir el pants en lugar de la falda escolar, ya que esta última limitaba mi libertad de movimiento y me resultaba incómoda para actividades cotidianas. Aunque no afectó mi desempeño académico ni la convivencia con compañeros, esta experiencia me hizo reflexionar sobre los estereotipos de género en las normas institucionales, evidenciando que el uso obligatorio de la falda responde más a tradiciones estéticas que a necesidades funcionales, por lo que considero necesario revisar estas reglas desde una perspectiva inclusiva que priorice la comodidad y libertad de elección de cada estudiante.

Para quienes deseen estudiar Ciencia de la Nutrición Humana, mi consejo es que tengan una mentalidad flexible, porque al avanzar descubrirán que el saber es inmenso y hay muchos mundos por explorar. Que fallar no les limite: sólo significa que tienen más oportunidades para aprender y crecer. Cada perspectiva, cada experiencia, suma a su formación.