Como parte del Seminario de Investigación del Departamento de Fisiología, el doctor Héctor Castro Martínez, Coordinador de Investigación, moderó la sesión del pasado 22 de mayo, la cual fue transmitida por YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=q90TBtFbXyE), en donde el doctor Vito Hernández Melchor, Profesor Titular “A” de Tiempo Completo del mismo, abordó el tema “Señalización por kisspeptina más allá de la reproducción: organización neuroanatómica y nuevas perspectivas funcionales”, donde compartió el contenido de sus dos publicaciones más recientes, enfocadas en la caracterización neuroanatómica y funcional de neuronas que expresan kisspeptina en regiones extra-hipotalámicas, destacando el potencial papel de este neuropéptido en funciones sensoriales, cognitivas y de regulación autonómica.
Utilizando técnicas como inmunohistoquímica avanzada, hibridación in situ y el análisis de bases de datos como el Allen Brain Atlas, el investigador logró mapear con precisión la distribución de neuronas y fibras de kisspeptina en el cerebro de ratas y ratones.
“Encontramos una distribución inesperadamente extensa de fibras de kisspeptina en regiones relacionadas con el estado de alerta, el procesamiento sensorial, la respuesta al estrés e incluso el control motor”, explicó el académico. Zonas como la amígdala, el núcleo del tracto solitario y el locus coeruleus, (vinculadas al miedo, la respiración y la noradrenalina, respectivamente), presentaron una densa inervación por este péptido.

La investigación identificó al menos 7 poblaciones distintas de neuronas que expresan kisspeptina, 4 de ellas dentro del hipotálamo y 3 en regiones extra-hipotalámicas. A diferencia del paradigma clásico, donde estas células eran vistas como meros reguladores de la liberación de hormonas sexuales, el equipo del doctor Hernández descubrió que muchas de estas neuronas tienen fenotipos glutamatérgicos y GABAérgicos, lo que sugiere funciones moduladoras complejas.
“Estas células no son simples interruptores hormonales, parecen estar involucradas en redes que afectan el comportamiento, la cognición y la respuesta autonómica”, detalló.
Uno de los hallazgos más llamativos fue la discrepancia entre la presencia del receptor de kisspeptina (Kiss1r) y las fibras que liberan el péptido. En palabras del investigador: “En áreas como el cerebelo o el bulbo olfatorio vimos expresión del receptor, pero no fibras, lo que sugiere mecanismos de señalización a distancia, tal vez vía líquido cefalorraquídeo”.
El estudio también abordó cómo la expresión de la kisspeptina cambia con la edad, el sexo y la eliminación de las gónadas. Curiosamente, la castración en animales viejos modificó la presencia de este neuropéptido en varias regiones cerebrales, lo que indica una regulación compleja y aún poco entendida.
“El futuro está en entender cómo estos sistemas modulan otras funciones cerebrales. Nos enseñaron que la kisspeptina es clave para la pubertad, pero ahora sabemos que podría influir también en cómo sentimos, recordamos o reaccionamos ante el entorno”, concluyó durante su presentación en el auditorio “Dr. Octavio Rivero Serrano”.
Jorge Ugalde