En el marco del Mes del Orgullo LGBTQ+ y como parte de la sesión 176 del Seminario Permanente de Género en Salud, organizado por el Programa de Estudios de Género en Salud de la Facultad, se presentó la ponencia “Situación del consumo de sustancias en hombres de la diversidad sexual”, la cual fue transmitida por YouTubee impartida por el doctor Juan Carlos Mendoza Pérez, profesor e investigador del Departamento de Salud Pública.

Con experiencia en el estudio de la salud LGBT y miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores nivel I, el doctor Mendoza abordó los determinantes sociales, culturales y estructurales que influyen en el consumo de sustancias entre hombres de la diversidad sexual en México.

Durante su presentación, enfatizó que el estigma y la discriminación hacia las disidencias sexuales, aunado a una cultura prohibicionista hacia el consumo de sustancias profundamente arraigada (incluso dentro del gremio médico), generan barreras significativas en el acceso a servicios de salud empáticos y eficaces. 

“Hablar de sustancias o de drogas en México es incómodo, es problemático, pero también hablar de la orientación sexual, principalmente de hombres gays u hombres de la diversidad sexual, entre otros que no son heterosexuales. Entonces, la conjunción de estos dos temas se vuelve conflictivo, o problemático para algunas personas, pero también para otras abre la posibilidad de aprender cómo abordar estas temáticas, sobre todo cuando se trata de profesionales de la salud”, recalcó el doctor Mendoza.

A partir de investigaciones recientes, como el Diagnóstico Situacional de Personas LGBTQ+ de México 2023, el ponente resaltó que de una muestra de 3,106 hombres de la diversidad sexual, el 36% de los encuestados no consumía sustancias, mientras que el 37% reportó un consumo frecuente, siendo la marihuana, los poppers y la cocaína las más utilizadas. En este estudio, uno de los hallazgos más significativos fue la asociación entre el consumo frecuente y factores como la discriminación, la homofobia internalizada, el aislamiento social y la violencia estructural. “La discriminación por orientación sexual o por el hecho de ser un hombre gay, bisexual, etcétera, incrementa, al menos en esta población la posibilidad del consumo de sustancias”, comentó el ponente en el seminario moderado y organizado por las doctoras Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, encargada del Programa de Igualdad de Género de la Facultad y Luz María Moreno Tetlacuilo, fundadora del Seminario Permanente. 

De manera cualitativa, en otro estudio que realizó en 2021 el equipo de investigación a cargo del doctor Mendoza, también se identificaron contextos y motivaciones del consumo, como la búsqueda de placer, socialización, desinhibición, y el afrontamiento de estigmas relacionados con la orientación sexual o con diagnósticos como el VIH.

Igualmente, destacó el fenómeno del chemsex (prácticas sexuales asociadas al uso de sustancias psicoactivas), donde el cristal se posiciona como una sustancia con implicaciones particularmente adversas para la salud.

Ante este panorama, el doctor Mendoza llamó a la comunidad médica a replantear el enfoque tradicional prohibicionista con el que se aborda el consumo de sustancias, hacia uno basado en la reducción de daños, el respeto a los derechos humanos y la empatía profesional. “No todas las personas van a dejar de consumir. Y tienen el mismo derecho a una atención digna, sin juicios ni castigos”, afirmó.

La jornada concluyó con una invitación a seguir construyendo servicios de salud que respondan verdaderamente a la diversidad de experiencias y necesidades de las poblaciones usuarias, reconociendo su capacidad de agencia, saberes y formas de cuidado.

Jorge Ugalde