Con el objetivo de que los participantes sean capaces de organizar y coordinar acciones básicas para el control de emergencias y volúmenes de materiales peligrosos, siguiendo estándares como la NFPA 400 y 470, se realizó la plática “Bioseguridad química y protección personal”, organizada por la QFB María Isabel Arce Camacho, Coordinadora Técnica de la Comisión de Bioseguridad de la División de Investigación de la Facultad de Medicina.

En el auditorio “Doctor Fernando Ocaranza”, el L. en CA. Jorge A. Angulo Huesca,Director de Operaciones de “YA Soluciones”, responsable de impartir esta actividad, mencionó protocolos clave para emergencias y enfatizó que la seguridad es nuestra prioridad en todo momento, descartando acciones que perjudiquen al equipo. 

También explicó que “el sistema de comando de incidentes se aplica principalmente ante peligros naturales, peligros tecnológicos, peligros causados por el hombre y también para eventos planeados, que nos ayuda a que el impacto del evento sea mucho menor”.

 Tiene cinco etapas de implementación: la primera es la continuación, donde se empieza con la exploración, sensibilización, entendimiento, equipo técnico y procedimientos. Después sigue la línea base; enseguida se hace un diagnóstico del estado situacional, nivel de capacidad y recursos disponibles de cada uno de los agentes involucrados. 

Posteriormente, se capacita al equipo técnico y se prepara a instructores para replicar esta capacitación. Uno de los principios del sistema de comando y accidente es el alcance de control, que se refiere a que una persona no puede supervisar a más de cinco personas para tener una supervisión efectiva. Y así es como modularmente puede crecer o decrecer, dependiendo de la situación y cómo se está manejando. 

Después viene la implementación, se empieza a utilizar el sistema de comando de incidente como una herramienta de trabajo y empiezan los simulacros.

Respecto a los simulacros, destacó que el mejor ejercicio de este tipo es el que permite obtener una lista de observaciones de hallazgos que se deben controlar desde las etapas anteriores para que la siguiente nos salga mejor. “Un simulacro que sale sin hallazgos, es una crónica de una emergencia nacional”, indicó.

El ponente concluyó su presentación con un llamado a la preparación constante. Enfatizó la importancia de actuar con base en protocolos ensayados y no improvisar durante una emergencia. Finalizó su intervención con una reflexión: “Para saber proteger a los demás, primero debemos protegernos a nosotros”.

Miguel Garduño