En una de las actividades más innovadoras de la 10a Feria del Libro de Ciencias de la Salud, la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU) presentó “Un libro es un cuerpo que (se) mueve”, un performance filosófico que facilitó la doctora Andrea Sánchez Grobet, del Programa Editorial de la CIGU, con la colaboración de la doctora Natalia Hernández Rojas. La propuesta retó a estudiantes y académicos a repensar radicalmente su relación con los libros y, por extensión, con los cuerpos que diagnostican.

La ponente argumentó que un libro “es un cuerpo que se mueve en nuestras manos. Cada línea exige un ajuste muscular, cada página vuelta es un gesto que escribe tanto en el libro como en quien lo sostiene”. 

Durante el performance se señaló que las posturas rígidas y verticales que nos han enseñado estructuran tanto nuestra forma de leer como las relaciones de poder y control, configurando así los modos en que habitamos y entendemos los cuerpos.

Si existen esas posiciones rígidas para leer, entonces cambiar de postura corporal puede convertirse en una metáfora para transformar también las lecturas médicas y abrir la posibilidad de establecer relaciones más éticas y amorosas con los cuerpos históricamente mal leídos por disidentes. 

En esa misma línea, la propuesta culminó con una invitación a bailar con los libros como un gesto para devolverle a la lectura y a la investigación el placer y el deseo que las sostienen. Se trataba de abrir la posibilidad de leer de muchas formas, reconociendo la cotidianidad de un vínculo íntimo con los libros como cuerpos que nos acompañan y se mueven con nosotras.

Miguel Garduño