Con el propósito de introducir a los estudiantes de Medicina en la práctica docente, desde hace ocho años, el Departamento de Bioquímica realiza el curso “Formación temprana de profesores de Inmunología”.

Iridian Carmona Zamudio, Fernanda Isabel Rodríguez de la Rosa, Gustavo Ortiz Chávez y Luis Fernando Chúa decidieron inscribirse a este Curso, coordinado por el doctor Jesús Marvin Rivera Jiménez e impartido por los profesores Silvana Castelán Sánchez, Rafael Eduardo González Reyes y Miguel Enrique Cuéllar Mendoza. Este año fueron seleccionados 23 estudiantes, quienes a partir del presente ciclo escolar imparten sus conocimientos de Inmunología ante grupo.

“Ser instructor no es sólo dar clases, sino un apoyo para los alumnos de segundo año, somos el vínculo entre ellos y el profesor. Podemos ver cómo evolucionan y se desarrollan, dependiendo de su conducta y su desempeño. Podemos inferir si están teniendo problemas, dar palabras alentadoras o intervenir de diferentes maneras si tienen un bajo rendimiento”, considera Luis Fernando Chúa.

Por su parte, Gustavo Ortíz explica que la “Inmunología es una materia que a muchos se les hace tediosa, porque es muy estática, hay bastantes datos que memorizar pero, sobre todo, tiene que ver con la forma de enseñarla. Ese es el papel del instructor: el transformar la información en algo interesante, entendible y apasionante. Nosotros fuimos alumnos el año pasado, eso nos da una ventaja para entender cómo les resulta más fácil a las personas de nuestra edad comprender
la materia, o preguntarles cómo les gustaría aprenderla”.

Para Fernanda Rodríguez la “Inmunología es una de las asignaturas que tienes que entender muy bien para comprender el resto de las materias cuando ya estás en clínicas. En ningún otro año la vuelves a ver como lo haces en el segundo”.

Los instructores coinciden en que sus alumnos los motivan a ser mejores y en que ha sido una de las experiencias más gratas que han tenido en la Universidad: “En el grupo en el que estoy somos tres instructores. Gracias a eso he aprendido a trabajar en equipo, a respetar y aprender de los otros. Tener una relación cercana con tus alumnos, ayuda mucho para que aprendan, se interesen por las tareas y pongan atención”, señala Iridian Carmona.

“Si no estudias constantemente, no logras aportarles lo mejor de ti. Ser instructora me ha enseñado a ser más responsable y organizada, apreciar el trabajo de los demás y a ser más sencilla”, resalta Fernanda Rodríguez.

“Todavía hay mucho que aprender de la Inmunología, la cual interviene tanto en la terapia antitumoral como en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes, la conducta o incluso en el amor”, afirman al asegurar que tiene un gran campo de aplicación y es una de las ramas con mucho futuro en la Medicina.

Una vez que el Departamento de Bioquímica los elige como instructores, tienen la responsabilidad de asistir a clases durante un ciclo escolar, pero si desean continuar más tiempo lo pueden hacer, sólo tienen que tomar los cursos de actualización. “Mientras tengas amor por la Inmunología, ganas de compartir lo que sabes y sed de aprender más, puedes seguir.”, precisa Fernanda Rodríguez al mencionar que también les enseñan herramientas para la docencia.

Lili Wences