La energía y calidez que los músicos imprimieron a las obras de Schubert, Chaikovsky, Händel y Ariel Ramírez encontraron perfecta sincronía en las voces de Aliis Vivere, Los Alquimistas y Ars Iovialis, los coros hermanos de Medicina, Ingeniería y Química, quienes junto al del Conservatorio Nacional de Música y el tenor Alan Pingarrón dieron a los espectadores un musical regalo navideño.

El hombre tras la batuta de la Orquesta Juvenil Universitaria “Eduardo Mata” fue Gustavo Rivero Weber, quien en coordinación con David Arontes, director Artístico del Coro del Conservatorio, y Oscar Herrera, director de los tres coros universitarios, marcaron el ritmo y compás de las emblemáticas piezas sinfónicas.

Adagio en Sol menor, Zadok the Priest y Ave María   , fueron las primeras piezas que resonaron en la Sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario, inmediatamente los oboes, clarinetes, trompetas, trombones y percusiones protagonizaron una divertida Estampa navideña latinoamericana, que con ritmos mexicanos, peruanos y cubanos pusieron a bailar a más de uno, gracias a los arreglos musicales de Juan Duarte.

La segunda parte del programa fue enmarcado por melodías como Las posadas, De Navidad nuestra, Los pastores, Los reyes magos y una selección de El Cascanueces que incluía la Danza del Hada de azúcar, en donde  violines, violas, violonchelos, contrabajos, flautas y, por supuesto, el arpa, llenaron de magia el lugar junto con los fagotes, los cornos, la tuba y el órgano.

Este concierto de gala se ofreció para cerrar las actividades académicas del 2018 y darle la bienvenida a las festividades de fin de año retomando nuestras tradiciones y fortaleciendo los lazos de hermandad que caracterizan a la comunidad de la Facultad de Medicina, y por supuesto de la UNAM.

Samedi Aguirre