“La Medicina tiene un pie en la ciencia y otro en el arte, por lo que la interpretación del ejercicio de la profesión médica debe considerar aspectos transdisciplinarios, al igual que la cotidianeidad del ser humano”, asegura el doctor Alexandre de Pomposo García Cohen, quien desde hace seis semestres imparte la materia optativa Caos y complejidad en la Medicina.

La Facultad de Medicina de la UNAM es la primera escuela en América Latina que incluye este tipo de temas en su plan de estudios de la Licenciatura de Médico Cirujano, desde la cual se analizan diferentes postulados que establecen la necesidad de que el profesional de la salud deje de lado el aspecto determinista y, en su lugar, adopte un modelo integral que incluya la política, la economía, la religión, la espiritualidad, entre otros, a fin de que el conocimiento de estos elementos le permitan un mejor enfoque en el paciente que sufre un padecimiento y no en la enfermedad como entidad aislada.

El académico, quien además de médico, es físico y filósofo, explica que la complejidad estudia los diferentes tonos de grises dentro de un tema y, en su clase, el principal objetivo que busca es inquietar y despertar la curiosidad de sus estudiantes, quienes para cursar esta asignatura ya tienen que estar en ciclos clínicos.

Al respecto, Oscar Trujillo Reyes, quien ya concluyó la carrera, afirma que cursa la optativa como oyente porque cuando tomó el Diplomado en Ciencias Médicas de la Complejidad con el doctor De Pomposo despertó mucho su interés sobre el tema y desea reforzar sus conocimientos, además de que cambió su visión y análisis en temas de salud y de los procesos biológicos.

“Es importante y urgente este tipo de pensamiento en la Medicina, es necesario cambiar nuestra lógica de pensamiento fuera de todo lo que ya está construido. El simplismo humano hace ver al paciente como alguien con síntomas y a partir de ahí sólo diagnosticar la enfermedad y darle el medicamento correspondiente. Y eso no es la Medicina. Por eso, en las clases hablo de muchos aspectos filosóficos: la Ética es parte de la Filosofía y la Medicina sin Ética es un acto criminal. Más que una relación médico-paciente, lo que hay es una relación paciente-médico, porque es la persona quien acude al profesional de la salud”, afirma el doctor De Pomposo.

Al hablar de la importancia de la cotidianeidad, señala que el médico no suele preguntarse si su paciente tiene o no dificultades para llegar al consultorio, cuáles son sus temores o si está bien emocionalmente, y “todo eso importa porque repercute en su salud”.

“La asignatura me ha ayudado a comprender que la Medicina no es sólo Medicina”, resalta Ana Karen López Reyes, estudiante de tercer año. Mientras tanto, Eduardo Polanco Ortega, alumno de cuarto año, considera que los médicos deben organizar de otra forma su esquema de pensamiento para analizar mejor los diagnósticos.

“Formamos médicos generales que deben estar abiertos a todos los temas médicos y a aquellos que no lo son. Eso es la transdisciplinariedad. Esta materia tiene la finalidad de que el alumno reconozca que no sabe todo como lo pensaba y que debe buscar más, porque el humano y el mundo son complejos”, enfatiza el doctor De Pomposo.

Lili Wences