Con 25 años de trayectoria en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola es la titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud, desde donde trabaja para formar al personal de salud y favorecer la generación de conocimiento que permita contribuir al bienestar de los mexicanos.

Paralelamente, en la Facultad de Medicina de la UNAM interviene en la formación de nuevos especialistas como docente y tutora de maestría en el área de Educación Médica, miembro del Subcomité Académico de Pediatría y consejera titular del Consejo Interno Asesor de la División de Estudios de Posgrado.

Su camino en la Medicina

Al ser parte de una familia de médicos destacados, como su abuelo Bernardo Sepúlveda y sus tíos Jaime y Javier, la doctora Ana Carolina considera que su decisión de estudiar Medicina “es una mezcla de carga genética, de ejemplo, de curiosidad de saber cómo funciona el cuerpo humano y el deseo de ayudar a la gente”.

El gusto por los niños la llevó a especializarse en Pediatría, cursando también la Maestría en Medicina, donde descubrió  su interés por la educación médica. La doctora Georgina López Fuentes la invitó a trabajar en esta área, y los doctores Carlos González Lara y Agustín Mercado la motivaron a profesionalizarse. “Fue así como realicé la Maestría y el Doctorado en Educación Médica en la Facultad de Medicina”, recuerda.

Su vida profesional ha transcurrido entre la Pediatría, la investigación, la edición de publicaciones de gran prestigio como Archives of Medical Research, y la educación médica en el IMSS. “En un inicio  no me daba cuenta de la trascendencia e impacto de su función en la salud de la población de nuestro país. No fue sino hasta que hice mi rotación de campo que supe de la gran labor que hace para la población mexicana”.

Es una organización que atiende a quienes más lo necesitan y a las personas derechohabientes; ahí fue cuando decidí que quería ayudar y la mejor manera era a través de él. Es una institución muy generosa que me ha permitido desarrollarme profesionalmente y poder ayudar a la gente”, resalta al afirmar que ingresar al IMSS ha sido una de las mejores decisiones de su vida.

En este Instituto se ha desempeñado como médico no familiar, jefa de Educación e Investigación Médica; jefa de la División de Educación en Salud, directora de Educación e Investigación en Salud en la UMAE Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, y jefa de área en la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud.

Del cambio de paradigma educativo a una atención de calidad

La doctora Sepúlveda considera que para mejorar la educación médica en el pregrado y en el posgrado es necesario crear una cultura de calidad y de superación personal continua; sistematizar procesos; capacitar a los docentes introduciendo estrategias innovadoras en los procesos educativos, estableciendo alianzas con instituciones nacionales e internacionales, certificando la calidad de los procesos educativos, como lo es el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del CONACyT, y reconociendo a los docentes destacados.

Asegura que la educación médica se ha transformado en las últimas décadas, pues se ha pasado de un modelo conductista a uno socioconstructivista, en el que los programas educativos están ahora diseñados para formar profesionales competentes, no sólo en el aspecto técnico sino como seres humanos de manera integral, capaces de responder a las necesidades de la profesión y la sociedad.

“Las estrategias educativas y el rol de los profesores y alumnos han cambiado drásticamente, haciendo del primero un guía del aprendizaje más que el poseedor universal de la verdad. Ahora se fomenta el pensamiento crítico y la autorreflexión, y se cuenta con mayor tecnología que apoya el proceso educativo, pues los alumnos tienen información de muy fácil acceso desde sus celulares inteligentes”.

“Creo que el proceso de búsqueda y adquisición de la información y las habilidades prácticas se han facilitado, se han hecho más disfrutables y con menores riesgos para el paciente. Además, recientemente ha cobrado importancia el bienestar del estudiante de manera que se ha reglamentado la frecuencia de la práctica clínica complementaria y se han establecido protocolos para la prevención y atención oportuna de los problemas de salud mental de los alumnos”.

El contar con suficientes profesionistas competentes, motivados y sanos permite que el paciente esté mejor atendido. El contribuir con la generación del nuevo conocimiento da paso a encontrar soluciones novedosas en los problemas de salud de nuestra población que muchas veces disminuyen los costos de la atención y esto permite que los sistemas de salud sean más eficientes”, resalta.

Una profesión que le ha dado grandes satisfacciones

La doctora Ana Carolina asegura que la Medicina le ha dado muchas alegrías y satisfacciones, como son “un paciente curado, su sonrisa, su agradecimiento, unos padres tranquilos; que un alumno acuda con gusto a mi clase, que después de egresar venga por un consejo o una opinión, el saber que es un profesional exitoso y competente, y me envíe un mensaje el día del maestro; lograr lo que me propongo, consolidar mis proyectos y ver que éstos tienen un impacto en las demás personas; saber que soy ejemplo para otras mujeres profesionistas y, por supuesto, para mis hijas”. No obstante, asegura que sin su equipo de trabajo que la apoya y respalda en todo lo que hace, y sin la comprensión de su familia para adaptarse a sus tiempos disponibles, sería muy difícil avanzar en el camino profesional.

Su trayectoria incluye la certificación por el Consejo Mexicano de Pediatría, formación directiva por la Universidad del Valle de México, el Institute for Health Improvement y el IMSS. Además, ha sido profesora adjunta de la especialidad de Pediatría y ayudante en la de Medicina Familiar en la Facultad de Medicina de la UNAM, profesora de pregrado en la Universidad La Salle, de cursos técnicos y postécnicos y de educación continua en el IMSS.

Ha asesorado la tesis de 35 alumnos de especialidad, maestría y doctorado. Ha sido sinodal en el examen profesional de 124 alumnos de especialidad, maestría y doctorado. Pertenece a las Academias Nacional de Medicina de México, Mexicana de Pediatría y Nacional de Educación Médica. Es autora y coautora de 15 capítulos en libros de Medicina, Pediatría y Educación Médica, y de 50 artículos científicos en revistas arbitradas e indexadas.

Entre sus distinciones profesionales están: “Excepcional calidad en examen profesional”, la Medalla “Alfonso Caso” por la UNAM, el “Premio a la Actuación Médica en el IMSS” (1998, 1999, 2000, 2003, 2004, 2012, 2013), y el “Premio Afore-Banorte-Fundación IMSS al Mérito Médico” 2013 (Categoría Educación en Salud).

“Ser docente significa contribuir al progreso de nuestra nación a través de la formación de nuestros futuros profesionistas, significa contribuir a la calidad de la atención en salud que se otorga a través de la capacitación continua del personal. Significa retribuir a mi país lo mucho que he recibido”.

A quienes se forman como profesionales de la salud, les recomiendo que se comprometan con su profesión, sean ambiciosos en la adquisición del conocimiento, estudien mucho y sigan haciéndolo toda la vida. Que sean empáticos con quienes sufren una enfermedad, con sus familiares preocupados, con sus alumnos y con el equipo de salud; que sean humanos, éticos y responsables”.

Lili Wences