Análisis de expertos

Del 9 al 11 de octubre, el IV Congreso de Ciencia Forense “Elementos para la valoración de la prueba científica: una perspectiva desde los derechos humanos y la ciencia”, reunió a expertos del ámbito académico y gubernamental, quienes analizaron desde distintas disciplinas cuáles son los retos para alcanzar un sistema de justicia eficaz y vislumbrar los objetivos inmediatos y mediatos de desarrollo de las ciencias forenses en México.

“Atravesamos por una situación social lastimosa que es urgente revertir y ante la cual la Ciencia Forense es un factor determinante para terminar con la impunidad. Debemos ser capaces de impartir justicia basada en la evidencia, lo cual es obligación del Estado. Necesitamos crear certezas para que éstas nos traigan seguridad y paz, de ahí que esta cuarta edición del Congreso ponga énfasis en los derechos humanos”, resaltó el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina, al inaugurar el evento en el auditorio “Dr. Gustavo Baz Prada” del Palacio de la Escuela de Medicina.

Por su parte, la doctora Zoraida García Castillo, coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense (LCF), manifestó que “estos grandes esfuerzos están dedicados a nuestros alumnos, los que están en aulas, expectantes ante los cambios convulsos en el sistema de justicia y de seguridad pública. Vamos de la mirada de la ciencia hacia el derecho y del derecho hacia la ciencia. Sigamos propiciando espacios para la generación de conocimiento científico forense en aras de una justicia real basada en la evidencia”, destacó.

El doctor Raúl Contreras Bustamante, director de la Facultad de Derecho de la UNAM, reconoció la labor de la LCF y de la UNAM por su visión interdisciplinar para contribuir a la solución de los problemas del país.

En el estrado también estuvieron los doctores José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Mónica González Contró, abogada general de la UNAM; José Meljem Moctezuma, titular de la Unidad de Transparencia de la máxima casa de estudios, y el maestro Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, coordinador de Métodos de Investigación de la Fiscalía General de la República.

Forenses, fundamentales para hacer justicia

La conferencia magistral “Ciencia Forense y Derechos Humanos”, fue dictada por el doctor José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde habló de los procesos de razonamiento sobre la prueba científica, por los que pasa un juez y cuál es la forma en que toma decisiones, a partir de las evidencias. Resaltó que los científicos forenses deben ser precisos en sus datos, para que ayuden a tomar las mejores decisiones, más aún, ante una sociedad que está cambiando constantemente.

“Creo que hay que hacer un proceso de culturamiento de los jueces, para que éstos se atrevan a preguntar aquello que desconocen. El forense, por su parte, debe saber explicar la información que pone frente al estrado y ser metódico cuando haya tecnicismos científicos que permitan resolver casos. El juez se enfrentará a distintas ramas del conocimiento y necesitará ayuda”, explicó el doctor Cossío Díaz.

Por último, consideró que la Ciencia Forense debe empujar la expansión de sus ramas y eso incluye los derechos humanos. De lo contrario, los procesos jurisdiccionales seguirán teniendo muchos de los errores que tienen actualmente. Para ello, enumeró casos nacionales en donde la decisión pudo haber cambiado si hubiera habido más bases científicas.

El perfil del científico forense y su contribución a la protección de los derechos humanos

En esta mesa moderada por la doctora García Castillo, la doctora Karla Quintana Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, resaltó que México requiere profesionistas que comiencen a pensar desde una perspectiva interdisciplinar. “Necesitamos una nueva generación de científicos forenses que sea experta en distintas ramas, para lograr hacer justicia a las familias que tienen desaparecidos”, indicó.

A su vez, la doctora Ana Pamela Romero Guerra, representante de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, evidenció que esta especialidad será clave en el futuro, pues sus decisiones trascenderán de lo jurídico. “Esto para la víctima representa un avance, pues contar con profesionales que les brinden información objetiva, explicada desde la perspectiva de género, los acerca al sentimiento de justicia y les da el alivio de no sentirse solos”, aseguró. 

“En la medida en que la Ciencia Forense acompañe y apoye la investigación ministerial y el proceso jurídico, deberá relacionarse intrínsecamente con los derechos humanos. Esto es así debido a que la formación de sus científicos se comprende de distintas disciplinas que ayudan a la investigación para determinar las causas exactas de un hecho”, destacó la licenciada Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

En tanto, la maestra Yuriria Torres Páez, directora general de Mandamientos Ministeriales y Judiciales de la Policía Federal Ministerial, aseveró que los científicos forenses permiten tener una visión más amplia de los casos. Además, dio a conocer el trabajo que está haciendo su instancia gubernamental con la UNAM, para analizar casos reales a través de los centros de investigación, y que éstos sean la base de futuros protocolos y medidas de apoyo social.

El maestro Netzaí Sandoval Ballesteros, titular del Instituto Federal de la Defensoría Pública, destacó el perfil humanístico que tienen los egresados de la Universidad y de la LCF. “Los científicos forenses no sólo requieren una calidad técnica y conocimiento amplio, también un compromiso ético, y eso es lo difícil de obtener. Por eso la Licenciatura es tan especial”, concluyó.

Científicos recién egresados y su nueva visión

Los primeros egresados de la LCF y que ya se desempeñan en diferentes instituciones, hablaron sobre su experiencia en la mesa moderada por los doctores Ana María Sosa Reyes y Luis Jiro Suzuri Hernández, académicos de esta Licenciatura.

“Como licenciados en Ciencia Forense, me parece muy importante destacar que el derecho a conocer la verdad, también está ligado con la investigación, porque eso obliga a que el Estado agote todas las intervenciones periciales para la resolución de un presunto hecho delictivo”, consideró Ana Karen Martínez Naquid, del Instituto Federal de Defensoría Pública, ante la pregunta sobre la importancia de su profesión.

En tanto, Ulysses Del Valle Olivares, de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, destacó que la formación que obtuvo en la LCF le permitió tener empatía con los casos que frecuenta en su trabajo, además de que le dio las bases para enfrentar el mundo profesional.

“Creo que no es tiempo de ampliar la matrícula de la carrera, sin embargo, yo como una persona foránea, considero que sería importante que los científicos forenses llegaran a otras partes del país. Como parte de las primeras generaciones nos toca abrir oportunidades de trabajo para las generaciones futuras”, dijo Jorge Eduardo Jasso Cuéllar, de la Comisión Presidencial para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, ante la opción de ampliar el número de matrícula de la Licenciatura.

Por último, Aidee Montserrat Ortiz Rodríguez, quien trabaja en la Fiscalía General de la República, mencionó que “los derechos humanos están implícitos en nuestro trabajo, por eso al desarrollar métodos de trabajo y evaluar de forma científica, siempre debemos hacerlo con esa perspectiva, porque las repercusiones de esto afectarán a otros en un juicio”.

La biología molecular como prueba en el ámbito jurídico

La doctora Alexa Villavicencio Queijeiro, académica de la LCF,  moderó esta mesa donde la discusión se dividió en el uso de técnicas científicas, como de ADN, para resolver casos

            La doctora Ana Laura Calderón Garcidueñas, académica de la Universidad Veracruzana, habló sobre el “Diagnóstico molecular de muerte súbita”, en que explicó sus impactos legales si se comprueba que no fue natural, así como sus posibles incidencias en deportistas, personas mayores o con mucho estrés.

            Para complementar esta visión, el doctor Mariano Guardado Estrada, académico de la LCF, habló de su investigación en la identificación de estrés postraumático en situaciones de alto impacto, y sus complicaciones físicas, sexuales, psicológicas y económicas. “Éste ha sido un trabajo extenuante, hemos aprendido bastante y nos damos cuenta de la sensibilidad de la población ante este tipo de trastornos. También comprobamos que estos problemas no son prioritarios en la agenda pública”, explicó.

            Por último, el doctor Diego Ernesto Villanueva Hernández, perito en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, habló sobre los beneficios políticos, sociales y de seguridad que traería consigo un banco de ADN en la Ciudad de México. “Se busca inhibir esa actitud y posibilidad de cometer crímenes a partir del conocimiento de que serán localizados a través de una base de datos. Además, se crean expedientes en caso de reincidir y se toman acciones más duras”, indicó.

La ciencia en la recuperación de la cultura

En esta mesa, moderada por el doctor Carlos Pedraza Lara, académico de la LCF, se habló de las técnicas forenses, pero a partir de un enfoque cultural y restaurativo.

            El doctor Pedraza Lara habló de las distintas pruebas de veracidad que tuvo el Códice Maya de México, así como la importancia de que la investigación haya sido tan exhaustiva. “Fue importante evaluar todas las hipótesis en un contexto científico, eso nos permitió tener un enfoque interdisciplinario y resultados concretos”. 

            La restauradora y conservadora Sofía Martínez del Campo Lanz, investigadora de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones en el INAH, habló sobre  su investigación en torno a este Códice para lograr el reconocimiento de autenticidad y de patrimonio arqueológico de la nación mexicana, en 2018.

            “El manuscrito reúne las costumbres y creencias compartidas entre culturas que se encontraron en una época de grandes carencias, en la que los rituales a la muerte fue una práctica común interna. Con la correspondencia entre los resultados obtenidos desde distintos campos del conocimiento, hemos demostrado la legitimidad del manuscrito”, mencionó  Campo Lanz.

            Por su parte, el doctor Miguel Ángel Martínez Carrillo, académico de la Facultad de Ciencias, explicó el proceso de curaduría y las pruebas de lavado “Soxhlet más ABA”, en donde determinó que el manuscrito fue creado entre 1169 y 1263 aC.

            Para concluir la mesa, la maestra María Susana Xelhuantzi-López, investigadora del INAH, reiteró la importancia del trabajo hecho con el Código Maya de México, y para contextualizar la labor del restaurador, contó el caso de Ötzi, un cadáver prehistórico que se encontró en Alpes de Ötztal. Ella explicó el trabajo de restauración, así como los resultados de la autopsia, que revelaron que éste murió a causa de una lanza clavada en el pecho.

Antropología forense y derechos humanos

El doctor Francisco Etxeberría, académico de la Universidad del País Vasco, dio una cátedra de cómo un antropólogo forense debe investigar los casos que se le presenten, pues sus decisiones afectarán los derechos humanos de las víctimas del delito y de sus familiares.

            “La Antropología tiene que gestionar la evidencia, lo social. Nosotros desde nuestra área tenemos que gestionar los procesos de investigación e indagación de los hechos a partir de un registro bien estructurado, las pruebas de laboratorio, las patologías del caso y la interdisciplinariedad. Todas estas habilidades son propias del antropólogo forense”, aseguró el doctor Etxeberría.

            Además, compartió su pirámide estratégica, la cual sirve para organizar una investigación y que va desde la legitimidad (estándares y ética profesional), legalidad, seguridad, recursos, coordinación, hasta llegar a la operación forense.

Análisis de temas actuales

Durante el Congreso, los asistentes fueron actualizados sobre los métodos de investigación y sistemas de análisis de caso. Entre ellos, los doctores Héctor Rangel Villalobos, académico de la Universidad de Guadalajara, con el tema “Avances en la genética forense“; Luis Alberto Ferrari, académico argentino, al abordar las nuevas sustancias psicóticas, y Nicolás Schiano, quien expuso temas sobre valoración de la prueba en el proceso penal.

       Para profundizar más en temas de derechos humanos, el experto Mario Vergara Hernández, junto con los doctores Francisco Ávila Navarro, May-ek Querales Mendoza y Javier Yankelevich Winocur, hablaron de la búsqueda de personas, desde su experiencia en el ámbito profesional.

         La actividad académica también abrió espacios para todas las ramas de la investigación como la necropsia, la genética, análisis de voz y la dactiloscopía, que estuvieron a cargo de la maestra Sonja Perkic-Krempl, acompañada de los doctores Nelson Téllez Rodríguez, Noé López Amador, Fernanda López Escobedo, Carmen López Olvera y Luis Suzuri Hernández. 

        La doctora Zoraida García Castillo cerró el IV Congreso de Ciencia Forense agradeciendo el esfuerzo de sus académicos y la dedicación de los invitados. Asimismo, reconoció a los asistentes, pues sin ellos no hubiera sido posible.

Eric Ramírez