23 de octubre

En 1833 el médico y vicepresidente de la República Mexicana, Valentín Gómez Farías, que asumía la posición de presidente interino cuando Antonio López de Santa Anna se ausentaba, emprendió las reformas a la enseñanza e instrucción públicas que unos años después de la Independencia se hacían necesarias.

La Universidad virreinal ya se mostraba obsoleta en el México independiente, por lo que el 19 de octubre de 1833 el Poder Ejecutivo emitió un decreto por medio del cual reestructuraba la enseñanza en general, a todos los niveles. A la vez que suprimía la Universidad Nacional y Pontificia, el decreto creaba la Dirección General de Instrucción Pública que debía reorganizar la educación pública.

Un segundo decreto, fechado unos días después, el 23 de octubre, instituyó seis establecimientos de estudios superiores: el de Estudios Preparatorios, de Estudios Ideológicos y de Humanidades, de Ciencias Físicas y Matemáticas, de Ciencias Médicas, de Jurisprudencia, y de Ciencias Eclesiásticas.

Una vez conformado el Establecimiento de Ciencias Médicas, el 23 de octubre de 1833, se procedió a nombrar al cuerpo directivo y a los profesores. El 12 de noviembre se nombró a su director, el doctor Casimiro Liceaga; el día 27 del mismo mes fueron elegidos los doctores José María Benítez y Pedro Escobedo como vicedirector y secretario, respectivamente. De igual manera, se elaboró un plan de estudios moderno, basado en la escuela francesa, y se nombró la plantilla de profesores.

La cátedra de Anatomía fue impartida por los doctores Guillermo Cheyne y Salvador Rendón; Fisiología e Higiene por Manuel Carpio; Patología Interna por Ignacio Erazo; Patología Externa por Pedro Escobedo; Operaciones y Obstetricia por Pedro del Villar; Farmacia por José María Vargas; Materia Médica por Isidro Olvera; Medicina Legal por Agustín Arellano; Clínica Interna por Francisco Rodríguez Puebla y Clínica Externa por Ignacio Torres Padilla. 

Fue hasta el 4 de diciembre del mismo 1833, a las cuatro y media de la tarde, cuando se realizó la apertura del Establecimiento de Ciencias Médicas, situado en el Hospital de Betlemitas. Las clases empezaron al día siguiente con 71 alumnos inscritos.

La creación del Establecimiento de Ciencias Médicas significó el nacimiento de la Medicina moderna en México, basada en la clínica francesa que empleaba la auscultación y el estetoscopio para estudiar al enfermo y correlacionar los síntomas con las lesiones.

Un hecho importante fue la integración de la Medicina y la Cirugía en una sola carrera, la de médico cirujano, que hasta entonces se habían dado de manera independiente. El Establecimiento citado también impartió las carreras de Farmacia y de Partos, y examinaba a los flebotomianos y a los dentistas.

En breve, el Establecimiento de Ciencias Médicas cambió su denominación. El 12 de noviembre de 1834, por disposición gubernamental se transformó en Colegio de Medicina; el 24 de enero de 1842 en Escuela de Medicina y el 18 de agosto de 1843 se denominó Escuela Nacional de Medicina, conservando este nombre hasta mediados del siglo XX cuando se transformó en Facultad de Medicina. Y así como la institución educativa fue cambiando de nombres, también fue modificando sus sedes hasta alcanzar la definitiva en 1854, el antiguo edificio de la Inquisición.

Fue hasta el 23 de octubre de 1937, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas, cuando la Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República celebró el Día del Médico, en conmemoración de la fundación del Establecimiento de Ciencias Médicas.

Dra. Martha Eugenia Rodríguez Pérez