Aunque en un principio se afirmaba que el uso de cubrebocas no protegía contra la infección por el virus SARS-CoV-2, hoy en día, la evidencia mundial señala que puede prevenir el contagio a otras personas, por lo que hay que aprovechar esta posibilidad de autocuidarse y proteger a los demás, indicó el doctor Malaquías López Cervantes, miembro de la Comisión para Atención de la Emergencia de Coronavirus y la Investigación Científica en la UNAM.

Debido a que la COVID-19 es una enfermedad sumamente contagiosa y muchas personas pueden estar infectadas sin saber, ser asintomáticas o presentar los signos y síntomas hasta dentro de unos días, el especialista recomendó que todas las personas que deban salir de casa, ya sea por comida, a la farmacia o a trabajar, tienen que utilizarlo.

Su uso permite que la mayor parte de las gotas de saliva expulsadas al hablar o estornudar se queden en la superficie, protegiendo a los demás, e incluso podría salvar vidas, pues si bien no hay evidencia de que proteja al 100 por ciento, sí disminuye la posibilidad de contagio: “Si la persona está enferma y no se pone el cubrebocas, podría contagiar a tres personas más; pero con el cubrebocas se podría reducir la transmisión a una o dos, lo que ya sería un beneficio”, resaltó.        

Debido a que los cubrebocas están agotados o son difíciles de conseguir, la recomendación es que la población los elabore en casa con tela que tenga un tejido denso, como la mezclilla o hacer varios dobleces con una más delgada, pues ello permitirá retener mayor cantidad de partículas y la pueden obtener de alguna prenda que ya no utilicen, explicó el también académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En comparación con los cubrebocas desechables que se adquieren en la farmacia, los cuales tienen una vida útil de dos horas o hasta un día, los de tela pueden volverse a utilizar, pues se pueden rociar con solución de cloro o alcohol y después lavarlos con agua y jabón, resaltó el experto al aclarar que esto es algo que apenas se está poniendo en práctica en el mundo con base en los conocimientos y evidencias que se tienen con el avance de esta enfermedad.

Lili Wences