Actualmente, el cáncer testicular es el tercer tipo de cáncer en hombres de 15 a 69 años con más casos nuevos al año en México. Este aumento gradual y constante en la incidencia y mortalidad toma relevancia en proyecciones futuras, pues de acuerdo al informe de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC por sus siglas en inglés) se estima que en 20 años su incidencia en México se incrementará un 13 por ciento más, teniendo un impacto epidemiológico importante, por lo que es necesario contar con un diagnóstico temprano.

En el marco del Seminario Permanente de Género en Salud, el doctor Samuel Bravo Hurtado, representante de la Comisión Interna para la Igualdad de Género (CInIG) de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que este tipo de cáncer tiene una presentación sintomática, es decir, da la oportunidad de ser detectado cuando el paciente nota cambios como aumento en el tamaño testicular o dolor. Es así que el diagnóstico temprano se posiciona como una de las estrategias establecidas por la Organización Mundial de la Salud, la cual se logra mediante un diagnóstico oportuno en un intervalo total de atención adecuado, que va desde que el paciente descubre los síntomas hasta que recibe el diagnóstico y tratamiento.

Además, resaltó la importancia de dar a conocer los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener la enfermedad: ser hombre entre los 20 y 69años, tener antecedentes congénitos de testículos no descendidos o hipospadias, existir antecedente de un familiar cercano con cáncer testicular, estar infectado por VIH, y el consumo crónico de marihuana.

El doctor Bravo Hurtado compartió también la importancia de la autoexploración a partir de que comiencen los cambios sexuales en el hombre, siendo esta herramienta la pauta que dará al paciente la oportunidad de detectar anormalidades y, con ello, decidir acudir de manera oportuna al médico, y es en esa primera consulta que el papel del clínico marcará una diferencia vital para lograr el diagnóstico temprano.

Durante la charla, explicó que existen dos tipos de cáncer testicular: el seminoma y el no seminoma. El primero, al detectarse en etapas tempranas tiene en consecuencia un buen pronóstico en supervivencia; sin embargo, en el tipo no seminoma el pronóstico no es tan favorable, y es este último el mayormente diagnosticado en la población latina.

Con base en lo anterior y con el propósito de otorgar al paciente la mejor calidad de vida posible, “es necesario que a todo paciente que acuda con tumoración testicular sugerente de proceso canceroso, se le explore de manera dirigida y solicitar ultrasonido y marcadores tumorales, y en espera de estos resultados, referir con el especialista”, puntualizó el doctor Bravo Hurtado.

Al finalizar la transmisión por Facebook Live, la doctora Luz María Moreno Tetlacuilo, responsable del Seminario, y la doctora Yuriria Rodríguez Martínez, Coordinadora del Programa de Estudios de Género en Salud, invitaron al público a visitar la página https://bit.ly/3I9nZJs para conocer más acerca del tema.

Athziry Portillo