Francisco de Goya y Lucientes fue un pintor y grabador español. Su estilo evolucionó desde el rococó, pasando por el neoclasicismo, hasta el prerromanticismo, siempre interpretados de una forma personal y con un rasgo de naturalismo, reflejo de la realidad sin una visión idealista, donde fue igualmente importante el mensaje ético.

“Vamos a profundizar en los senderos más oscuros de un artista realmente brillante, Francisco de Goya. Vamos a abordar la metamorfosis que acontece dentro de su arte, la idea de la transformación, aquellos senderos creativos por los que fue explorando y que lo llevaron a un mundo oscuro, un mundo de fantasías y de pesadillas”, indicó la maestra Nuria Galland Camacho, coordinadora de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina, durante su Curso-taller Historia del arte transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Este artista inició su carrera haciendo cartones para tapices con un aspecto alegre, con colores vivos y retratando escenas cotidianas del mundo, tal como en la obra El quitasol. Posteriormente, se convirtió en un pintor de cámara y en un gran retratista de la familia real, que en su época estaba encabezada por Carlos IV, durante el siglo XVIII. Justamente en su obra La familia de Carlos IV comenzaba a darse algunas libertades para hacer una representación más real de la familia.

La maja vestida y La maja desnuda son dos obras que muestran a una mujer, hasta la fecha desconocida, en la misma posición, donde la única diferencia es que en una tiene ropa y en la otra esta completamente desnuda. Por ello, la Inquisición llamó a Francisco de Goya, pero él se negó a revelar el nombre de la modelo y del cliente que encargó la obra.

“Francisco de Goya siempre fue un gran crítico de la institución de la Inquisición como herramienta de sometimiento de la sociedad. También le llamaban mucho la atención las supersticiones e ignorancia del pueblo”, explicó la maestra Galland Camacho.

El aquelarre Vuelo de brujas son dos obras en donde se burla de las supersticiones de la gente. En la primera, hay brujas que están con una representación del demonio, mientras que en la segunda están volando sobre aldeanos.

Este tipo de escenas empiezan a tornarse mucho más comunes debido a su enfermedad, que hasta ahora no se sabe con exactitud cuál fue. Una de las teorías es que pudo ser envenenamiento por tratamiento por la sífilis”, expuso la especialista.

Por ello, obras como El 3 de mayo en Madrid, Perro semihundido y Saturno tienen temáticas más oscuras y terroríficas, que dejan de lado la idea del arte y la belleza y los convierte en sublime. “Lo sublime suele ser descrito como la experiencia de algo vasto, asombroso, aterrador que, no obstante, da placer porque lo contemplamos desde una posición segura, versus la idea de lo bello, que solía ser descrito como encantador, simpático, armonioso, algo cuya experiencia no reporta un placer inmediato”, concluyó la maestra Nuria Galland. 

Eric Ramírez