Con la llegada del año nuevo, muchos tienen como propósito hacer ejercicio y mejorar su aspecto físico; sin embargo, hay quienes recurren a los esteroides anabólicos como una medida para aumentar la masa muscular, esto sin conocer las consecuencias que pueden tener para su cuerpo.

Entre los efectos dañinos se encuentran los problemas en el corazón, en los riñones y en el hígado. Además, ingerir sustancias como la testosterona provoca que el cuerpo deje de producirla, lo que causa la disminución del tamaño de los testículos y el crecimiento de las mamas.

Al respecto, el doctor Julio Pazos Urrieta, especialista en Medicina del Deporte y responsable del Laboratorio de Prueba de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, recomendó evitar los anabólicos y asumir una disciplina deportiva que puede dar los mismos resultados a largo plazo.

Pero también existen daños ajenos a los órganos, pues debido a que los músculos crecen de forma más rápida, los ligamentos se someten a un estado de mayor tensión, lo que puede traer daños graves.

“Cuando un atleta lleva tres años de aumentar masa, los tendones también crecen y lo hace de manera armónica con respecto al tamaño de los músculos, pero eso lleva tiempo. En cambio, los esteroides aceleran esos procesos, de tal manera, que un músculo que se desarrolla en dos años lo hace en tres meses; no obstante, el tendón no crece, entonces el esfuerzo genera un desgarre o rompimiento del tejido tendinoso”, mencionó el especialista durante el programa de la Facultad de Medicina en Radio UNAM.

Los atletas de alto rendimiento tienen prohibido el uso de esteroides y su consumo está penado por la World Anti-Doping Agency, que es la Agencia Mundial de Antidopaje, cuya función radica en evitar que nadie obtenga un beneficio a causa de cualquier sustancia.

Samuel Aguirre