Subir escaleras, caminar y andar en bicicleta son actividades que pueden mejorar la calidad de vida de quienes no tienen el tiempo suficiente para practicar un deporte, como los estudiantes universitarios que tienen cargas académicas que en ocasiones les impide practicar alguna disciplina deportiva, señaló la doctora Cristina Rodríguez Gutiérrez, miembro del Subcomité Académico de Medicina de la Actividad Física y Deportiva de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Entre los jóvenes no resalta el cansancio físico, sino el mental. Lucen agotados debido a que duermen poco, leen demasiado y se estresan por la sobrecarga de trabajo y los periodos de exámenes”, por lo que es recomendable dedicar por lo menos 40 minutos al día a realizar alguna actividad física, pues eso les permitirá tener mayor energía para su desempeño académico.
“La gente se preocupa por no padecer diabetes o hipertensión, pero nunca por no ser sedentarios”, expresó la especialista tras indicar que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad a nivel mundial.
A diferencia de los deportes, donde el propósito es competir, la actividad física se centra en ofrecer beneficios a la salud. “Debe realizarse de manera organizada y a conciencia para obtener resultados. No es lo mismo ir al gimnasio y platicar con amigos que salir a correr al parque solo, pues en esta última acción el esfuerzo está canalizado en el trabajo muscular y no en hablar”, indicó la también directora de Medicina del Deporte de la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU) de la Universidad Nacional.
Iniciarse en el ejercicio posterior a la adolescencia, implica dosificar el tiempo que se le invierte, así como cuidar las horas de sueño y la alimentación; es importante acudir con un nutriólogo, o bien, consumir una dieta que incluya todos los grupos de alimentos: productos de origen animal, cereales y legumbres, frutas y verduras, grasas y azúcares, manifestó.
Al resaltar que toda actividad física o disciplina deportiva requiere de un calentamiento en el que se trabajen todos los grupos musculares, mencionó que las lesiones en los jóvenes varían de acuerdo con la actividad que realizan, sin embargo, las más comunes se presentan en las piernas, los cuádriceps y los brazos, seguido de los esguinces de tobillo y rodilla, por lo que deben dedicar varios minutos a preparar su cuerpo para un mayor esfuerzo.
La doctora Rodríguez Gutiérrez exhortó a la comunidad de la Facultad de Medicina a realizar algún tipo de actividad física o disciplina deportiva y recordó que la DGDU, localizada a un costado del Estadio Olímpico Universitario, ofrece diversas actividades, como: natación, tocho bandera, fútbol americano, soccer, baloncesto y voleibol, además del gimnasio al aire libre y el programa PUMA Fit, que combina el ejercicio anaeróbico con la fortaleza, mediante cuerdas, trapos, pelotas y hojas de papel.
Valeria Cuatecatl