#OrgulloBuitre

En el reconocido escenario de los Juegos Universitarios, una atleta excepcional ha brillado nuevamente: Andrea Angel Salazar, actual pasante de Servicio Social de la Licenciatura en Fisioterapia de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien no sólo ha demostrado su destreza en el Bádminton, sino que ha dejado una marca imborrable al alcanzar un lugar dentro del podio por segunda ocasión consecutiva (2023 y 2024).

Más allá de los puntos y las jugadas, su travesía resalta valores esenciales como dedicación, perseverancia y el perfecto equilibrio entre la academia y el deporte de alto rendimiento.

La motivación de Andrea para participar en Bádminton y en los Juegos Universitarios se arraiga en su conexión con este deporte desde su infancia, cuando a la edad de seis años comenzó a practicarlo recreativamente, para tres años después incursionar en las competencias. «Es el único deporte que realmente ha llegado a apasionarme. Si tengo la oportunidad de representar a mi Facultad practicando el deporte que amo, lo haré», expresó.

Este evento deportivo, más que una simple competición anual, se ha convertido en un escenario donde las habilidades atléticas se entrelazan con el ambiente académico. Para Andrea, este logro es un testimonio de su capacidad para superar desafíos con determinación, responsabilidad y organización. Además de la destreza atlética, su hazaña subraya su habilidad para recuperarse de desafíos físicos, demostrando que el deporte no sólo es un campo de juego, sino un terreno para el crecimiento personal y la superación.

Su conexión única entre la Fisioterapia y el Bádminton resalta cómo estos dos aspectos de su vida se entrelazan armoniosamente, beneficiándose mutuamente. Su comprensión profunda del cuerpo humano no sólo ha influido en la mejora de su propio rendimiento al corregir patrones de movimientos durante los entrenamientos y el juego, sino que también le ha ayudado a prevenir lesiones y ser partícipe de su propia rehabilitación. Mirando hacia el futuro, compartió que competirá en la próxima Universidad Nacional, donde buscará estar otra vez en el podio.

Aunque sus metas deportivas son ambiciosas, su enfoque actual se centra en lo académico. “Comencé a estudiar Fisioterapia con un interés específico en la salud y el deporte, y estoy decidida a utilizar lo aprendido para en un futuro contribuir a la rehabilitación de atletas”, objetivo que planea alcanzar en el extranjero, siendo su próxima meta el cursar una maestría en Rehabilitación y Readaptación Deportiva. No obstante, la destacada atleta extendió su compromiso de retomar el Bádminton en eventos más grandes, como los Juegos Centroamericanos o Panamericanos, después de estabilizar sus objetivos académicos.

Su historia ilustra cómo el deporte y la educación no sólo pueden coexistir, sino también complementarse, creando un camino sólido hacia el logro de metas ambiciosas. El agradecimiento a su familia, su entrenador y a sí misma subraya el espíritu de trabajo arduo que impulsa sus triunfos y su papel como modelo a seguir en el mundo universitario.

Por Athziry Portillo