Samedi Aguirre y Lili Wences

En el marco del segundo aniversario del Programa de Donación de Cuerpos, la Facultad de Medicina de la UNAM realizó, del 8 al 10 de octubre, el Primer Congreso Internacional en el tema, a fin de extender ese tipo de iniciativas a otras universidades de México y el mundo.

La doctora Irene Durante Montiel, secretaria General de la Facultad, mencionó que la actividad contó con un programa académico muy ambicioso, que incluyó las experiencias de otras iniciativas con gran trayectoria y reconocimiento. “Estamos seguros que nuestros invitados fortalecieron nuestro Programa y lograremos un vínculo en pro de la donación de cuerpos en el mundo”, indicó.

Por su parte, el doctor José Salvador Aburto Morales, director General del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) de la Secretaría de Salud, resaltó la importancia de fomentar la cultura de donación de cuerpos en favor de la ciencia. “Es un proceso complejo que implica aspectos médicos, sociales, culturales, psicológicos, éticos y legales, que en general es menos conocido y entendido en la cosmovisión de la población mexicana”.

Al destacar la colaboración entre la Facultad de Medicina y el CENATRA, consideró que, “a diferencia de un órgano, el cuerpo no salva vidas en forma inmediata, su valor es tangible a mediano plazo, muchas veces oculto, pero se refleja en mejores profesionales de la salud, mejores y nuevos métodos y técnicas médicas para salvar vidas”.

A su vez, el doctor Diego Pineda Martínez, responsable del Programa de Donación de Cuerpos de la Facultad, indicó que el Congreso buscó que las instituciones interesadas cuenten con la información necesaria para crear programas similares que propicien la reducción de errores en la práctica clínica.

Experiencia de la Universidad Complutense de Madrid

“En la actualidad, la Universidad Complutense de Madrid cuenta con más de 5 mil donantes de cuerpos, cada año recibimos alrededor de 120 filiaciones nuevas y contamos con aproximadamente entre 70 y 80 cadáveres. En España hay una gran cultura de la solidaridad”, señaló la doctora María Teresa Vázquez Osorio, directora del Centro de Donación de Cuerpos y Salas de Disección de esa institución.

Pese a que el programa de donación se puso en marcha en los setenta, explicó que fue hasta 2015 que iniciaron con medidas de regulación y normas, a fin de gestionar de forma integrada todos los procesos relacionados con la donación, preservación y utilización de los cuerpos donados, destinados a las  prácticas de grado, la formación continua y la investigación.

Equipo multidisciplinario, pieza clave en el Programa

Manuales de injertos en rinoplastia y de anatomía quirúrgica, artículos científicos y cursos de pregrado y posgrado son algunos resultados de más de 20 proyectos de investigación que el Programa de Donación de Cuerpos de la UNAM ha dado como resultado a dos años de su fundación, informó el doctor Pineda Martínez.

Esta iniciativa, que inició con 27 donantes en 2016, ha logrado consolidar el proceso gracias al aprendizaje y colaboración de más de mil 400 personas que, en vida, han decidido ceder su cuerpo para la investigación médica del país, 82 por ciento de forma permanente.

El especialista reconoció la participación de las diferentes áreas de la Facultad que han ayudado a nutrir el Programa con elementos como el diseño visual, las instalaciones, la asesoría legal y psiquiátrica, además del diseño de un software para el registro de las historias clínicas, y del apoyo de otras instituciones hospitalarias y de educación. “Lo más valioso que nosotros podemos tener es un grupo multidisciplinario”, precisó.

Un regalo para la sociedad

El doctor Rubén Argüero Sánchez, jefe del Departamento de Cirugía de esta dependencia, quien es reconocido por haber realizado el primer trasplante de corazón en México, reseñó que desde el siglo III aC, en la primera escuela de Medicina en Grecia, ya se realizaban disecciones en cadáveres para apoyar al estudio y la investigación.

Explicó que existen diferentes programas de donación a nivel mundial, y aunque tienen un marco de acción distinto, todos se centran en la enseñanza. Además, indicó que no sólo los cirujanos se benefician, pues odontólogos, científicos forenses, antropólogos y hasta geofísicos requieren los cuerpos para el desarrollo de la ciencia. “La donación del cuerpo es ciertamente el último regalo que un ser humano hace a la sociedad de la que ha gozado en vida”, manifestó.

La histórica Universidad de Padua

El doctor Raffaele de Caro, director del Departamento de Anatomía Humana del Departamento de Medicina de la Universidad de Padua, en Italia, señaló que el Programa de Donación de Cuerpos de esta institución fue sometido a un estándar de calidad global, que optimiza los procedimientos de la donación de cuerpos y la educación médica.

Este Programa, heredero del anfiteatro más antiguo de Europa, y donde Andreas Vesalius impartió cátedra, tiene como objetivos la comprensión y estudio de estructuras anatómicas, así como el perfeccionamiento de nuevas técnicas de Cirugía, manteniendo, como eje principal, la aproximación ética a los cuerpos. De acuerdo con sus estadísticas, ha beneficiado en mayor medida a los estudiantes de pregrado y Fisioterapia (78 por ciento), seguidos de médicos en ejercicio (7 por ciento), residentes (5 por ciento) y otros profesionales de la salud (5 por ciento).

El papel de los técnicos en la donación

El doctor José Ramón Sañudo Tejero, académico de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en España, explicó que los cuerpos donados para la investigación y enseñanza médica en su Universidad  son recibidos por personal técnico que los prepara: se les extrae sangre para verificar que no portan ninguna infección que represente un riesgo, hacen una inspección detallada del cuerpo, utilizan una máquina de rayos X para cerciorarse que no cuentan con alguna prótesis metálica, además, realizan el rasurado y limpieza.

Honor a quien honor merece

Durante el homenaje a los donantes, la doctora Irene Durante Montiel, secretaria General de la Facultad de Medicina, anunció la construcción de un memorial que se localizará en el jardín, del lado norte de la Biblioteca de la institución. Tendrá una superficie de 375 metros cuadrados y será de forma prismática con un espejo de agua circular en el centro, para representar un ciclo que no tiene ni principio ni fin, al igual que la vida. “En el interior de los muros se grabaran los nombres de los donantes permitiendo guardar en la memoria colectiva el nombre de las personas que decidieron ofrendar su cuerpo a la vida misma”, afirmó.

Cristina Dovalí Calderón, quien recibió un reconocimiento en memoria de su padre, quien ya donó su cuerpo a esta institución, agradeció la construcción del memorial “celebramos que a dos años del programa, ya se cuente con un espacio de paz, reflexión y despedida de nuestros seres queridos”, afirmó.

Entre los futuros donantes que ya suman más de 1400 personas, está Sarabel González, española con nacionalidad estadounidense que decidió donar su cuerpo en México, para la UNAM. Fernando Jorge Ladino, también es donante y bromea diciendo que ya tiene pase directo a la Facultad de Medicina de la UNAM.

A continuación se recogen algunos testimonios de los donantes:

Dona tu cuerpo para cuidar la vida

Hace dos años, mi padre Alberto, mi hija y yo acudimos a la Facultad de Medicina de la UNAM con la intención decidida de donar nuestros cuerpos,  y con la ilusión de colaborar con la formación de los jóvenes estudiantes de Medicina y con el avance de la ciencia.

Mi padre murió en junio de 2017, no fue fácil defender su decisión donante ante familiares y amigos, peros sus hijos logramos cumplir su voluntad. Como venida del cielo llegó una camioneta de la UNAM, no hubo tiempo para el dolor, sólo para el orgullo. Seguimos la camioneta hasta Ciudad Universitaria. En el espacio que llamamos “Las islas” pudimos abrazarnos, comer tamales y tomar té de manzanilla con canela para aliviar el alma. Celebramos que a dos años del Programa, ya se cuente con el Memorial, un espacio de paz, reflexión y despedida de nuestros seres queridos.

Es sin duda una sensación extraña cuando paso por la Facultad de Medicina, siento que mi padre no se ha ido, que simplemente sigue aquí chambeando. En mi caso, como maestra, me emociona pensar que mi esqueleto recorrerá bailando los pasillos de la Facultad, colgando de un tubo con ruedas jalado por un joven que se dirige a su clase de Anatomía, que tendré mucho que enseñar todavía.

Quien nos recibió en aquella ocasión le dijo a mi hija de 17 años, -¿Tú qué haces aquí? Vete a la vida y en unos años regresas-. Mi hija divertida contestó -Está bien, vendré más adelante, mientras cuidaré mi cuerpo, no voy a andar entregando miserias-.

Cristina Dovalí Calderón

 

Amo a México y quiero que mi cuerpo se quede en México para las futuras generaciones. Soy creyente firme de que hay que donar órganos y cuerpo, y en cuanto llegué a México, me empecé a informar sobre cuál era el Programa para hacerlo y decidí que sería el de la UNAM. Mi familia siempre me ha apoyado en esto, no comparten las mismas ideas pero sí lo respetan, que es lo más importante.

Sarabel González

 

No creo en el hecho de que te entierren o te cremen, para mí es algo obsoleto que no sirve para nada, siempre había deseado donar mi cuerpo pero no existía el programa en México. En 2016 me llené de gozo al ver que ya había un programa para las personas que queremos seguir contribuyendo. Qué mejor que tu piel, tu cuerpo y todo sirva para un futuro mejor de la Medicina. En México somos millones y necesitamos médicos preparados.

Liliana González

 

Siempre había tenido la inquietud de donar mis órganos para una persona que los llegará a necesitar. Desgraciadamente tengo diabetes y quienes estamos enfermos no podemos donar órganos, así que se me ocurrió venir a preguntar a Ciudad Universitaria. Si mis órganos no sirven para un trasplante, por lo menos que sea en beneficio de la ciencia, espero que las enfermedades que yo tengo puedan servir de algo en mi cuerpo, en beneficio de los estudiantes y de la Medicina.

Fernando Jorge Ladino

 

En la torre de la Rectoría hay un mural de David Alfaro Siqueiros que se llama “El pueblo a la Universidad y la Universidad al pueblo”. Qué cosa tan hermosa que todos los universitarios podamos terminar sirviendo a la ciencia en esta Facultad de Medicina, orgullo de México.

Donante anónimo