Médico, cuya formación inició en la entonces Escuela Nacional de Medicina, fisiólogo, filósofo, matemático y precursor de la Cibernética, son algunas de las facetas del doctor Arturo Rosenblueth Stearns, que se ven plasmadas en el libro que lleva su nombre.
Durante la presentación de la publicación, el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina, reconoció que “plasma la relevancia, no sólo de la vida del doctor Arturo Rosenblueth, sino de su obra misma, y retoma sus tres principales aportaciones: a la Neurofisiología, a la Cibernética y como formador de instituciones para fortalecer la investigación, estudio y enseñanza de la ciencia, tal como lo es el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional”, pues Rosenblueth Stearns promovió su creación.
La doctora Virginia Inclán Rubio, jefa del Departamento de Fisiología, destacó la trayectoria de quien trabajó junto al matemático Norbert Wiener, en el Massachusetts Institute of Technology. “Fue un eminente investigador experto en Física, Matemáticas y Filosofía, también tocaba el piano y gozaba con la pintura y la Literatura”, relató.
El doctor Alexandre de Pomposo García, jefe de Investigación de la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social, destacó la labor de la doctora Ruth Guzik Glantz, autora del libro Arturo Rosenblueth 1900-1970, quien logró plasmar 70 años de vida y obra de quien fuera instructor de Fisiología en Harvard y jefe del Laboratorio de Fisiología del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”. “El legado científico del doctor Rosenblueth, a mi parecer, es que él no distingue entre Filosofía, ciencia y Medicina. No porque haga una mezcla holística donde todo se confunde, sino porque considera que la Medicina en el fondo es una Filosofía, es una forma de meditar el cuerpo humano”, indicó.
Por su parte, el doctor Alberto Lifshitz Guinzberg, secretario de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social, también destacó la investigación documental de la autora y la definió como “una obra con méritos literarios, no sólo científicos, que reconoce a la que puede ser la figura más importante de la ciencia médica en México y lo expone con sus claroscuros para el conocimiento de los lectores contemporáneos”.
“El libro no se propone como una oda a Arturo Rosenblueth, sino más bien es un acercamiento a la obra de un neurofisiólogo mexicano de talla internacional que nos habla también de las personas dedicadas a la ciencia de una porción significativa del siglo XX y su contexto”, refirió la doctora Guzik Glantz.
Samedi Aguirre