Según la Organización Mundial de la Salud, en 2014 había 422 millones de personas con diabetes en el mundo, por lo que proyecta que en el 2030 ésta sea la séptima causa de muerte a nivel global.
Ante este panorama, la Liga Estudiantil Médica Puma organizó un ciclo de conferencias titulado “Diabetes y obesidad: Prevención, detección y acción”, donde se abordaron temas como la atención primaria, la afectación en la sexualidad de los pacientes y el manejo integran de las personas con este padecimiento.
En su intervención, la doctora Laura Moreno Altamirano, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina, aclaró que la diabetes ya no está asociada con la riqueza de los países con ingresos altos.
Un ejemplo de ello es México. En el estado de Chiapas, donde el 76.2 por ciento de la población vive en situación de pobreza, la mortalidad por diabetes aumentó 128 por ciento entre 1980 y el 2000; mientras que en la parte norte del país hubo un alza de 32.5 por ciento.
Uno de los factores que incide en el desarrollo de la obesidad y la diabetes son los determinantes sociales, es decir, las circunstancias en las que las personas nacen y viven, advirtió la especialista al señalar que éstas se modificaron por el proceso de industrialización y urbanización que se dio desde mediados del siglo XX.
“Estos condicionantes se traducen en enfermedad o en salud, puesto que los determinantes sociales explican la mayor parte de las inequidades sanitarias y la diferenciación en la cultura alimentaria de cada persona en los colectivos”, indicó al considerar que las desigualdades sociales se agravaron en Latinoamérica desde finales de los ochenta por las políticas neoliberales que se adoptaron, pues privilegiaron al mercado sobre las necesidades de la gente.
“Así, el marketing se aprovecha del estilo de vida de las personas para vender productos procesados, cuyo precio es menor que la comida sana, por lo tanto son más accesibles”, precisó la doctora Moreno Altamirano, por lo que urgió a crear una política integral con compromiso del Estado para pensar en las personas y pasar de la educación a la promoción de la salud.
Víctor Valencia