A mediados del siglo XIX, arquitectos, higienistas e investigadores de la ciencia hallaron una disposición arquitectónica en que la salud, la higiene y los avances de la Medicina se integraron, construyendo los hospitales de una manera diferente a los que se tenían a manera de claustro (un patio en medio y 4 elementos arquitectónicos rodeándolo).

Esas nuevas construcciones consistían en edificios aislados, dedicado cada uno a diferente especialidad, pero vinculados a través de pasillos, corredores o algún otro elemento arquitectónico que hacía que fueran un conjunto denominado sistema arquitectónico de pabellones.

Sus características, beneficios y contextos se pueden encontrar en el libro Registro del sistema arquitectónico de pabellones en hospitales en América Latina, volumen 3, presentando en el marco del 83º aniversario del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”.

La obra, coordinada por la maestra María Lilia González Servín y editada por la UNAM, reúne en 228 páginas la evolución de la arquitectura hospitalaria, conocimientos médicos, referencias de ingeniería, temas geográficos y aspectos económicos.

El doctor Guillermo Fajardo Ortiz, académico de la Facultad de Medicina y con amplia experiencia en la planeación, diseño y administración de hospitales, aseguró que “los nosocomios pabellonales fueron grandes logros estéticos y funcionales que apoyaron la terapéutica. El libro expresa las razones de su origen, y señala su importancia arquitectónica, médica y social”.

Por su parte, la doctora María de Lourdes Díaz Hernández, investigadora de la Facultad de Arquitectura (FA), consideró que este tipo de construcciones permitió avances médicos al obtener mejores resultados en la salud de los enfermos.

Finalmente, el arquitecto Luis Eduardo de la Torre Zatarain, secretario Académico de la FA, mencionó que la publicación refleja la evolución de la atención médica en los sistemas de salud de países como Argentina, Brasil, Ecuador y México.

Lili Wences